Jóvenes de Oarsoaldea se concentraron ayer ante los muros de la cárcel de Martutene para trasladar su solidaridad a Xabier Lujanbio, Maitane Linazasoro y Arkaitz Anza, encarcelados el pasado 19 de enero para cumplir una condena de 6 años impuesta por la Audiencia Nacional a su actividad política y denunciar, al mismo tiempo, que otros dos jóvenes, Aitor Franco y Jon Aitor Alberdi, corren peligro de ser encarcelados en cualquier momento.

La movilización juvenil puso el acento en la situación por la que atraviesan decenas de jóvenes en Euskal Herria, a la espera de juicios, sentencias o sometidos a persecución por la actividad política que desarrollan. En ese contexto situaron el caso del donostiarra Ekaitz Ibero, a la espera de ser encarcelado o el juicio que arrancará en febrero contra jóvenes de Burlata, entre otros procesos.

Manifestación en Bergara

En Bergara, alrededor de un millar de personas se manifestaron contra el juicio que mañana sentará en el banquillo de la Audiencia Nacional a cuatro vecinos de Debagoiena por reivindicar los derechos de los presos durante la Korrika. «La solidaridad con los presos no puede ser delito», manifestó la diputada de Amaiur Maite Aristegi en un acto tras la movilización, en el que Txerra Bolinaga, de Eleak, destacó la necesidad de «parar los ataques contra los derechos civiles y políticos de los ciudadanos» . Los procesados, por su parte, reseñaron que «el lunes -por mañana- tendremos a un juez en frente, pero como estamos viendo estos días, tenemos un pueblo con nosotros».

Por otra parte, en Otxarkoaga más de un centenar de personas se movilizaron ayer para reclamar que se respeten los derechos de Sebas Prieto, quien permanece en prisión pese a que cumplió en agosto las tres cuartas partes de su condena. Herrira denunció el alargamiento de la pena de este bilbaino, que tras 18 años en prisión, sigue encarcelado en Curtis, a más de 500 kilómetros de su domicilio.