Este precioso recorrido se encuentra situado en el siguiente entorno natural: al este el valle de Aramaio, al sur los embalses alaveses, al oeste el increíble macizo del Gorbea y al norte, atentos, el macizo del Anboto y Udalaitz. ¡Con razón a Aramaio se le llama la Suiza alavesa!

Además, como para realizarlo deberemos andar la mayor parte del recorrido por su filo, podremos disfrutar casi en todo momento de unas maravillosas vistas, tanto en la ladera este como en la oeste. Sin más dilaciones, aquí os dejo el paseo para que lo disfrutéis.

Desde el Puerto de Kruzeta tomaremos el antiguo camino de bajada hacia el pueblo de Aramaio. Nada más pasar una langa que encontraremos a unos dos minutos del aparcamiento, torceremos a la izquierda para avanzar por un nuevo sendero.

Avanzaremos por este camino obviando todos los desvíos que encontraremos hacia la derecha. Bordearemos así el pico de un monte para acabar en la Ermita de San Cristóbal. Seguiremos ahora unas pocas decenas de metros hacia el norte y dejaremos atrás una primera pista para coger una segunda marcada con señales blanco-rojas del GR. Esta pista discurre al principio por la ladera oeste para ponerse en el filo, a la altura de un cruce.

En ese cruce cogeremos la pista que sube por el filo. En un momento dado, a la derecha de la pista, sale un sendero. Lo cogeremos y seguiremos por el filo. Avanzando por la larra, pasaremos junto a unas bonitas piedras de granito para llegar hasta un pequeño collado, justo antes del ataque final al Santikurutze. Entonces tendremos que atravesar un bonito bosque de hayas, encontraremos la coqueta Ermita de Santikurutze y una corta y fácil trepada final de II para llegar a la cumbre Santikurutze (1.111 m).

Caminando dirección norte por el filo pronto llegaremos a la cumbre del Orisol (1.130 m). A partir de ahora el bosque tapa las vistas del resto de montes, aunque no por ello el paisaje pierde calidad.

Este nuevo sendero baja para dejarnos justo en el collado que hay entre Orisol e Ipizte. Por cierto, en una cueva que está por este collado de Ipizte estuvo escondido durante tres días el cura de Santa Cruz.

Desde el collado saleen dirección norte un sendero que bordea por la ladera oeste el monte Ipizte. Este sendero tiene alguna que otra corta trepada, aunque muy fácil. Cuando estamos a punto de llegar a las larras de Zabalaundi, veremos a la derecha un abrupto y difuso sendero que sube «jo ta ke» hasta la cumbre del Ipizte (1.057 m), ¡ánimo!

En la misma cumbre del Ipizte comienza un sendero hacia el este que baja vertiginosamente por el espolón de la montaña. Abajo veremos una borda que está en la base de la pared desde la que sale una pista. Avanzaremos ahora dirección sur por esta pista obviando todos sus desvíos a la izquierda. Estamos casi al pie de los paredones este del Ipizte, por lo que tendremos una oportunidad única de contemplarlos. Llegando a la altura del collado anterior, entre los dos montes, nos toparemos con un nuevo sendero. Bajaremos por él al pueblo de Etxaguen.

Aquí cogeremos un camino marcado por señales blanco-amarillas que nos lleva directo a Krutzeta, está muy bien marcado y no tendréis pérdida. La única confusión puede llegar cuando lleguemos a un cruce de pistas, cuando el bosque se despeja convirtiéndose en larra. Aquí tendremos que girar a la derecha y seguir ascendiendo suavemente hacia el filo del Orisol. A modo de referencia, nos podemos fijar en una borda que se encuentra en la parte superior de la montaña y por la que se ve como el camino pasa por al lado suyo.

Así que seguiremos caminando por este sendero, que tiene siempre una langa a nuestra izquierda, pasaremos la borda y saldremos de nuevo al filo de la montaña, más concretamente al cruce de pistas.

Desde aquí lo único que nos resta es desandar lo anteriormente andado para llegar de nuevo al aparcamiento.