El Ibex ha vuelto por donde solía y sufrió un descalabro inapelable. Tras el amago alcista de enero, en el que se dio por bueno el acuerdo provisional presupuestario en EEUU y la caída de la prima de riesgo como señal de cambio de escenario para el Estado español, ayer se retornaba a la cruda realidad. Las reformas emprendidas por Rajoy, según el FMI, van por buen camino, aunque todavía los riesgos para la economía y la banca española son altos. Por su parte, Bruselas y el BCE siguen apretando las tuercas para profundizar en los recortes y controlar las ayudas. A este lastre de la desconfianza hacia Madrid, se le unieron ayer el salto de 30 puntos en la prima de riesgo, la caída generalizada de los índices mundiales y la sospecha de corrupción en el PP. Bajo esta losa, el Ibex, en su sexta caída consecutiva, se enterró un 3,77% adicional. Es su peor balance diario desde setiembre y en el año cede ya un 3,04%. Las bolsas europeas también fueron objeto de recortes severos. París descontó un 3,01%, Fráncfort un 2,49%, y Londres, un 1,58%. En el Ibex, los grandes tiraron con fuerza hacia abajo. Así, Santander se despeñó un 5,70%, BBVA, un 4,72%, Repsol, un 4,61%, Iberdrola, un 4,29%, y Telefónica, un 3,87%. Sin embargo, todavía fueron peores los comportamientos de Mapfre (-5,76%) y FCC (-5,75%). Hasta 22 valores cayeron más de un 3%, mientras que solo Amadeus esquivó el color rojo. En París, los bancos se colocaron al frente de los desplomes. Crédit Agricole se dejó un 5,42%, y Société Générale, un 4,79%. Solo los títulos de Gemalto (+0,62%) aumentaron su cotización.