En las últimas elecciones autonómicas el PSE pasó de estar gobernando en Ajuria Enea a ocupar el tercer lugar en el Parlamento de Gasteiz. En el análisis de lo que había ocurrido, su secretario general y exlehendakari, Patxi López, afirmó que «hoy nuestro viejo partido se está convirtiendo en un partido viejo. Una organización que se está encontrando con límites que no puede traspasar». Por tanto, a los días anunció la celebración de un congreso, el 9 y 10 de febrero, para abordar lo que definió como una «profunda renovación» del partido.

Patxi López estableció también las prioridades. Esa renovación «debe iniciarse en la definición del proyecto, después en mejorar el funcionamiento del partido, haciéndolo más transparente y participativo, y en última instancia hablaremos de nombres y cargos».

Rodolfo Ares presentó ayer el programa de este VII Congreso. Y, según explicó, la primera decisión que deberán adoptar los 393 delegados que acudan a Bilbo será la elección del nuevo secretario general, que nadie duda que en realidad será la reelección de Patxi López para que siga ocupando ese cargo.

Solo una vez que se haya procedido a la reelección de Patxi López, los delegados entrarán en el debate de las ponencias política y de organización, y las 1.279 enmiendas que se han presentado a los textos, lo que se espera que se alargue durante la tarde del sábado y buena parte de la noche y tal vez también la madrugada.

En paralelo, en otras dependencias, se desarrollarán las negociaciones para la conformación de la nueva Comisión Ejecutiva y resto de órganos. Todo hace indicar que el PSE va a acometer una sustancial reducción de su dirección, lo que unido a la necesidad de dar cierta imagen de renovación, va a hacer que su elección no sea sencilla. Habitualmente el PSE ha solido buscar equilibrios para tratar de contentar al mayor número de sensibilidades políticas y territoriales.

El PSE anuncia la presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en el cierre del Congreso, el domingo al mediodía.