Nigeria y Ghana, dos clásicos del fútbol africano que saben lo que es ganar la Copa de África (CAN), se enfrentarán esta tarde en las semifinales de Sudáfrica 2013 a la emergente Mali y a la novata Burkina Faso, que nunca ha alcanzado estas cotas en el torneo continental.

Los Súper Águilas Verdes nigerianos vuelven a ser protagonistas después de no jugar ni siquiera la pasada edición y lucharán por alzarse con un título que no logran desde 1994.

Liderada por el delantero del Spartak Emmanuel Emenike, Nigeria se deshizo en cuartos de la para muchos gran favorita al título, Costa de Marfil, y ahora llega reforzada ante otro de los mejores equipos sobre el papel de los últimos tiempos, Mali, verdugo en los penaltis de la anfitriona, Sudáfrica.

Patrice Carteron, entrenador de Mali, consideró que sus jugadores han mostrado un gran carácter en lo que va de torneo y llegan a esta ronda dispuestos a que no ocurra como en la pasada edición, en la que cayeron a estas alturas con Costa de Marfil. Mali no llega a una final de la CAN desde 1972 y el técnico sabe que la dificultad será máxima, pero también que la ilusión es tremenda para un equipo ambicioso.

Histórica Burkina

Justo después de la primera semifinal en Durban, en el Mbombela de Nelspruit se medirán Burkina Faso, que llega a esta ronda por primera vez en su historia, y Ghana, que está cumpliendo su papel de ser una de las favoritas. La selección ghanesa, cuyo último título -el cuarto- se remonta a 1982, fue finalista hace dos ediciones y ahora parece haber dado con la tecla para, con un bloque muy armado, presentar de nuevo su candidatura. El delantero del Espanyol Wakaso , autor de los dos goles ante Cabo Verde, es uno de sus jugadores en mejor forma.

Burkina Faso, un conjunto tradicionalmente correoso, aunque en la pasada CAN se despidió con tres derrotas, ha progresado sin hacer ruido y se presume como un rival del que no se pueden fiar los ghaneses.