La Fiscalía plantea cerrar el caso de Jon Anza sin saber qué pasó en esos once días
GARA | BAIONA
La familia del militante de ETA Jon Anza, desaparecido el 18 de abril de 2009 y cuyo cadáver apareció en una morgue de Toulouse casi un año después, ha conocido por la prensa la petición de la Fiscalía de archivar el asunto. Según publicó ayer ``El Correo'', con este primer paso hacia el cierre la Fiscalía avala la tesis de que falleció a causa de una muerte «natural».
Lo llamativo es que esta decisión se produce sin que se haya avanzado nada en la investigación de qué pasó con Anza y, en concreto, donde estuvo en los once días en que permaneció totalmente desaparecido, desde el 18 de abril en que se perdió su pista hasta el día 29.
La Fiscalía argumenta que Jon Anza murió por una embolia pulmonar debida al cáncer que padecía.
El militante de ETA, natural de Donostia, había partido diez días antes en tren desde Baiona, con destino a una cita en la capital occitana a la que nunca llegó. Fue la propia organización vasca la que aportó el dato de que Anza llevaba una importante cantidad de dinero, de la que tampoco se ha sabido nada, al igual que ocurre con su paradero y sus circunstancias durante esos últimos días de su vida.
Para solventar esa laguna temporal, siempre según ``El Correo'', la Fiscalía abona la hipótesis de que pudo citarse con otros miembros de ETA para entregarles el dinero y que estos, al no saber cómo prestarle los auxilios requeridos por su estado de salud, le dejaron en una vía transitada para que fuera atendido rápidamente. La noticia resalta que su cuerpo no presentaba lesiones ni señales de violencia.
«No quieren esclarecerlo»
ETA negó que se hubiera producido tal contacto y culpó a la guerra sucia. Esta tesis queda reforzada también por la larga desaparición posterior en la morgue de Toulouse, sobre la que polemizaron distintas instituciones franceses introduciendo importantes dudas sobre quién dejó el cadáver allí y cómo no se sospechó quién era.
Según un comunicado emitido por la familia a través de su abogada, Maritxu Paulus-Basurco, con esta petición de la Fiscalía se demuestra que «los mandatarios franceses no quieren aclarar la desaparición».
Los allegados de Jon Anza denuncian también esta filtración del sumario, pero sobre todo inciden en la necesidad de seguir investigando qué pasó en esos once días decisivos.
Anteriormente, la familia ya denunció que había mantenido una reunión con la jueza que lleva el caso, en mayo pasado, sin que esta hubiera dado respuesta a ninguna de las preguntas que se le plantearon. La magistrada, Myriam Viargues, dio por concluida la investigación en el pasado octubre.
La nota firmada por Paulus-Basurco añade que no hay «elemento alguno» que permita sustentar la tesis presentada en ``El Correo'' como prioritaria.
La Fiscalía sostiene que Anza llegó directamente de Baiona a Toulouse, sin haber sido interceptado en el camino, y que se hospedó en la capital occitana esa noche. Sin embargo, no hay ningún dato más sobre dónde estuvo y con quién desde el 19 al 29 de abril, en que fue encontrado sin conocimiento en una calle de Toulouse. Falleció posteriormente en el hospital y su cuerpo quedó abandonado en una morgue hasta ser revelado, de modo aparentemente fortuito, el 11 de marzo de 2010.
El caso provocó una intensa conmoción en la opinión pública vasca, pero la investigación no ha avanzado nada.