Zientzia | Geología
Una sierra de los Pirineos se desplaza varios milímetros cada año
En su obra «La balsa de piedra», el escritor José Saramago describía la separación de la Península Ibérica del resto del continente europeo. La imaginación del premio Nobel portugués situaba el inicio de ese insólito movimiento telúrico en la zona de Orbaizeta, en el Pirineo navarro.
Pasando de la literatura a la geología, un equipo de investigadores catalanes, aragoneses e italianos han descrito los movimientos de masa de la sierra de Peracalç y los alrededores del lago de Montcortès, en la comarca leridana del Pallars Sobirà, concluyendo que esa formación montañosa se desplaza a una velocidad media de entre 1 y 3 milímetros cada año.
En este caso, el fenómeno está explicado siguiendo parámetros científicos. No se trata de la separación de la Península, sino de movimientos de vertiente que se producen por efecto de la gravedad. Un amplio sector de esa sierra, formado por rocas rígidas de unos 250 metros de espesor y unos 4,5 kilómetros cuadrados de extensión, se desliza por encima de rocas mucho más plásticas, provocando grandes rupturas que desplazan lateralmente una masa de unos 900 hectómetros cúbicos en dirección norte.