El ex director gerente del Metro quiere que José Luis Bilbao «rectifique públicamente» sus duras declaraciones sobre las últimas indemnizaciones de altos cargos del suburbano. Iñaki Etxenagusia rubricó ayer su finiquito, «en concepto de liquidación por todos los débitos», por 538,17 euros e insistió en que aguarda las palabras claras del diputado general pues, de no producirse, acudirá a los juzgados para que «quede claro que la mentira no puede utilizarse de manera gratuita».

Lo cierto es que el emplazamiento de Etxenagusia se produjo después de que Bilbao, en su condición de presidente del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB), le «agradeciese» que hubiese «renunciado» a los 93.000 euros de indemnización «establecida en su contrato». Como viene siendo ya habitual en el político jeltzale, no se desdijo ni una coma de sus manifestaciones del lunes y trató de reconducir el asunto hacia una salida amable para su imagen pública, apuntando a una supuesta «renuncia» de Etxenagusia a percibir una anualidad.

Para tratar de dar mayor credibilidad a esa supuesta renuncia, el CTB informó de que se había hecho ante el nuevo director gerente, Eneko Arruabarrena. Pero la postura del último responsable del suburbano es diáfana: Bilbao tiene que rectificar y no en privado, sino en público como cuando acusó a Etxenagusia y otros dos ex altos cargos de llevarse «más de 500.000 euros como indemnización».

Etxenagusia quiere luz y taquígrafos, de modo que ayer envió a los medios de comunicación el documento que había rubricado antes. Ahora, pide a José Luis Bilbao esa «rectificación pública».

Mientras, la sección sindical de LAB registró escritos ante Ararteko, Juntas Generales de Bizkaia y Parlamento de Gasteiz para que investiguen las indemnizaciones que se han abonado a Carmen Sarachu e Iñaki Prego. La central abertzale estima que la información facilitada por Metro Bilbao no es suficiente y que debe quedar claro «todo lo ocurrido» con ambos directivos y evitar de este modo los «tira y afloja» que se están produciendo últimamente entre cargos políticos.

Asimismo, LAB hizo un llamamiento a la nueva dirección a dar «un giro de 180 grados en la forma de gestionar las relaciones laborales y potenciar los canales de información».