Junto con la de José Javier Zabaleta, la suya fue una de las dos grandes novedades de esta edición del Parejas. Sin quizá la brillantez y los elogios que ha acaparado el zaguero de Etxarren, el balance de esta primera vuelta para Ibai Zabala tiene que ser obligatoriamente positivo, no en vano, ahora mismo ocupan la tercera plaza, que virtualmente les daría el pase a semifinales y, en su debut como titular en un campeonato de Primera, su juego para nada ha desmerecido al de su delantero, «el mejor de todos», como él propio zaguero reconoce.

Desde el mismo día de la presentación del Parejas, Ibai Zabala fue consciente de que, a la presión del debut, se le sumaba la de tener que acompañar al pelotari dominador de 2012, con lo que era muy posible que todos sus errores se magnificaran y sus aciertos fueran relativizados. En esta tesitura, el zaguero de Berriz reconoció ayer que las cuatro victorias en siete partidos le han servido para estar «más tranquilo. No solo por jugar con Aimar, que es el mejor, sino por jugar el campeonato. En los dos primeros partidos estuve algo más nervioso, pero ahora cada vez estoy más tranquilo, jugando lo que sé, lo que puedo o lo que sale», señaló.

Además, al contrario que otras parejas, que repiten del año pasado o que han jugado bastantes partidos juntos, Ibai Zabala no ha tenido, hasta ahora, la fortuna de jugar habitualmente junto al delantero de Goizueta y, a base de sumar horas de frontón juntos, su acoplamiento cada vez es mejor. «Al final, a base de jugar partidos, te vas conociendo cada vez más y cada vez nos entendemos mejor», señaló.

Sin ir a cubrir los huecos

Preguntado por si había habido alguna modificación en su juego desde el inicio del Parejas, Zabala reconoció que sí ha habido algunos matices. «Quizá yo antes tenía más tendencia de ir a cubrir los huecos, pero Aimar me dice que esté en mi sitio. Sí que hay detalles pequeños».

Pero, jugar con el de Goizueta también tiene algún que otro inconveniente, ya que lo convierte en el objetivo prioritario de muchas de las parejas rivales. «Tuve un par de partidos complicados, contra Xala-Barriola y contra Irujo-Zabaleta, que me dieron mucha tralla y se me acumuló el trabajo, las manos se me cargaron un poco pero con un partido a la semana se aguanta bien», explicó Zabala.

Tras estos dos partidos, el de Berriz terminó con las manos algo justas, lo que le llevó a suspender su duelo ante Gonzalez-Zubieta en Eibar, un partido que Aimar Olaizola ganó prácticamente solo y que le permitió recuperar fuerzas para las importantes batallas que les restan en una segunda vuelta en la que tendrán que sufrir para mantener la esa tercera plaza.

Preguntado por los objetivos para estos últimos siete partidos de la primera fase, Zabala dio otra muestra de su entendimiento con Olaizola II, al hacer suyo su habitual mensaje de que «solo ha pasado la mitad y debemos ir partido a partido».