Lindell: «Las damas negras retratan más la cotidianeidad que los grandes robos»
Jose Oliva-EFE | BARCELONA
La escritora noruega Unni Lindell, que presenta en la Semana de Novela Negra de Barcelona, BCNegra, su última obra, «Muerte blanca», considera que las «damas» del género retratan más la cotidianeidad que sus homólogos masculinos, más preocupados por los grandes robos.
En una entrevista concedida a Efe, señala que en «Muerte blanca» trata tres cuestiones: «Los efectos de la droga, la alta política y los problemas de las pequeñas familias; por tanto, va del plano más general al más concreto de una sociedad». Y esa es la gran diferencia, añade, entre la literatura que escriben hombres y mujeres. «Los hombres se centran en sus novelas en los grandes robos, en tiroteos, mientras que las mujeres retratan más la cotidianeidad, las historias de familia», dice. «Una mala madre es peor que un ladrón a gran escala», resume Lindell.
Azúcar y cocaína
Después del éxito de «La trampa de miel» y de «El ángel oscuro», «Muerte blanca» (Siruela) es la tercera novela de la serie protagonizada por la singular agente Marian Dahle. Kari Helene Bieler, una joven con problemas de sobrepeso, está comprando en una pastelería cuando ve caerse una magdalena y volar el azúcar glas de encima, y en ese instante recuerda qué fue lo que ocurrió realmente dieciséis años atrás, cuando su hermano pequeño Gustav, siendo aún un bebé, murió. El secreto que rodeaba a la muerte del bebé permitió que, durante muchos años, un auténtico psicópata pasara totalmente desapercibido.
El principio de esta obra fue motivado por una visión real, confiesa Lindell: «En una pastelería vi a una mujer a la que se le caía una magdalena con el azúcar glas y en ese polvo yo vi cocaína».
Lindell tiene una nueva novela, «Devil's Kiss» (El beso del diablo), todavía sin traducir al castellano, centrada en elmaltrato infantil.
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