El grupo empresarial Kider, con sede en Murga (Aiara), retiró ayer el expediente de regulación de extinción para 163 empleados de las plantas de Barakaldo, Amurrio y Murga. A cambio, se explorarán vías de reducción de plantilla por la vía voluntaria. Tras quedar fuera la amenaza de los despidos, los trabajadores decidieron poner fin a la huelga indefinida, que iniciaron el pasado lunes 4 de febrero. Como explicó la empresa, a partir de este momento se abre un nuevo proceso de negociación que «analice la problemática del conflicto para plantear alternativas».

ELA explicó que el comité solicitó a la dirección nueva información sobre el plan de negocio. A partir de la recepción de ese detallado informe, ambas partes han establecido un plazo de referencia de un mes para analizar toda la documentación y «ver si somos capaces de alcanzar un entendimiento». La dirección asegura que «en caso de no producirse un acuerdo en ese espacio de tiempo, asumirá la mediación de la autoridad laboral correspondiente».

Los trabajadores decidieron volver al trabajo este próximo lunes 11 de febrero, «tras un seguimiento masivo» de los cinco días que ha durado el paro general en la empresa dedicada al diseño, fabricación y comercialización de equipamiento mobiliario comercial», como explicó un portavoz de ELA.

«Paz social»

La dirección sostiene que este acuerdo «garantiza la paz social» y «pone en valor la necesidad de trabajar todos juntos por la viabilidad de la empresa». Los representantes de los trabajadores siguen considerando que existen otras medidas para evitar los despidos que había planteado el grupo, en total 163 puestos menos. No obstante, los representantes de los trabajadores reconocieron a GARA que «estaremos vigilantes y analizaremos los datos para buscar una solución entre las partes. Lo que está claro es que el expediente de extinción era una medida drástica, como ha quedado claro en este momento», explicaron desde ELA.

La dirección, por otro lado, recordó que en el primer encuentro con el comité no hubo acuerdo, pero en la reunión de ayer «se acercaron posturas». La clave fue la propuesta sindical de parar la huelga indefinida si la dirección retiraba el expediente, como así fue.

El Grupo Kider cuenta con una plantilla de 409 trabajadores en cinco centros productivos: Kime, Inan, Kider Almacén, Kider Oficinas, en Araba, y Mebunik, en Bizkaia.