Con los votos a favor de EH Bildu, PSE y PP, la comisión de Obras Públicas y Transportes de las Juntas Generales de Bizkaia aprobó ayer una proposición no de norma de la coalición en la que se insta a la Diputación a que corrija «los errores que provocan penalizaciones económicas a los usuarios por la mala implantación» de la tarjeta Barik en Bizkaibus. El PNV se abstuvo al entender que la responsabilidad no es de la institución foral sino del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB).

El juntero soberanista Aitor Torre desveló que los fallos detectados en Barik están provocando perjuicios económicos a muchos usuarios de los autobuses y que muchas veces no son detectados.

PSE y PP apoyaron la proposición, apostando por solucionar los problemas «lo antes posible». «No creo que exista mala fe por parte de la Diputación, porque Barik es un buen sistema», manifestó el apoderado del PP Jesús Isasi.

Nerea Ahedo, la portavoz jeltzale, explicó que se abstenían, ya que estiman que la entidad «responsable» de la puesta en marcha e implantación de esta tarjeta sin contacto es el CTB. «A la Diputación no le toca tomar medidas en Barik», insistió, que abogó por la coordinación entre la institución foral y el CTB para resolver las deficiencias.

Desde EH Bildu, una vez aprobada su iniciativa, instaron a una pronta resolución del asunto. Torre declaró que esperan «sinceramente que pongan freno al abuso que diariamente sufren quienes optan por los servicios de Bizkaibus como método de transporte habitual y a quienes además han confiado en el sistema Barik como método de pago». El juntero soberanista añadió que «Bizkaibus se merece una gestión capaz, seria y responsable, y la Diputación foral de Bizkaia está lejos de conseguirlo».

Como ejemplo de lo que sucede, relató los problemas que se repiten en la línea Bilbo-Artxanda, en el recorrido sentido a la Plaza Circular. Un viajero al subirse en la parada de la Escuela de Hostelería se le cobra el doble de lo estipulado en la tarifa -1,90 en vez de 0,95- y, al existir una supuesta estación de destino -el polideportivo de Artxanda-, la máquina entiende que el usuario no ha querido cancelar la tarjeta en ese punto, por lo que al llegar a la Plaza Circular le impone una tarifa total de 2,85, en vez de 0,90.