Alguien dijo una vez que corriendo la banda siempre han existido dos tipos de hombres, los creyentes, como Garrincha, que confían en el regate, y los ateos, como Guillermo Gorostiza, que, simplemente, corren, con una línea que marca la nada a un lado. Si en el Athletic ha habido una banda, un carril que ha dejado sus tacos impresos sobre el césped de San Mamés a lo largo de las décadas ese ha sido el flanco izquierdo. Desde el mítico Pichichi, por allí han zigzagueado, regateado, centrado o, simplemente, corrido, leones de la talla de Panizo, Gainza, Gorostiza, Txutxi Aranguren, Churruca, Txetxu Rojo, Larrazabal y el último gran extremo zurdo de La Catedral, el virtuosista Estanis Argote -con permiso de Fran Yeste-. Más pobre ha sido el pasillo opuesto, el diestro, donde Joseba Etxeberria fue su último gran dueño, tomando el relevo a las huellas que un día dejaron gente como los laterales Urkiaga, Sáez o Lasa.

Hoy es un hecho más que evidente que si en el actual Athletic una banda prioriza el juego del equipo sobre la otra esa es la derecha. Solo hay que remitirse a los desmarques, diagonales, paredes, centros y tuya-mías que más se repiten en los de Marcelo Bielsa. Por la derecha. Pero hay un dato objetivo que se antoja revelador y que demuestra que no es algo premeditado, sino una tendencia que ha llevado a la banda derecha de los rojiblancos a ser la que más goles genera de toda la Liga... ¡las últimas tres temporadas!

Así es. Ante el Valladolid, los dos tantos fueron los últimos que el carril diestro del Athletic construyó. Con ellos son ya once los goles `fabricados' por los Iraola y Susaeta, con el beneplácito de las habituales caídas en banda de De Marcos y el punto de apoyo del compás Herrera.

Es la tercera temporada seguida en que esta banda se erige como la que más goles genera de la Liga: 17 tantos en la de 2010-11 -última con Caparrós- y 20 más en la de 2011-12. Y seguro que buena parte de la culpa la tiene un nombre, Andoni Iraola, el jugador que más pases genera en cada partido, con mucha diferencia con respecto al resto de sus compañeros.

Un Susaeta que crece cada año

El capitán ha encontrado en un Markel Susaeta al alza y cada vez más asentado su mejor aliado en sus diabluras pegadas a la cal. El Athletic ha cruzado ya el ecuador de la Liga y los números de los jugadores que se desenvuelven por este carril revelan esa tendencia que va a más.

Susaeta es el mejor ejemplo. Hace dos temporadas sumó 98 centros; la pasada campaña llegó hasta los 120 y en la presente contabiliza ya 81, con lo que todo apunta a que superará esas cifras. Lleva, además, 37 disparos a puerta, por 54 el curso pasado y 41 el anterior. El de Eibar, creciendo como jugador.

A su presencia en banda se le une el apetito goleador que se ha despertado en dos compañeros, De Marcos y Herrera. El alavés -que ha perdido mucho protagonismo a la hora de centrar al área- acumula en cambio 40 chuts a portería, cuando la pasada temporada fueron 49, y de ahí sus 5 goles; el exzaragocista lleva 8 frente a los 10 del curso anterior, aunque ningún gol.

Quien pasó ayer por sala de prensa en Lezama fue el jugador de la Rioja Alavesa, quien reconoció que «no soy de los que meten muchos goles» -sendos tantos en los dos últimos partidos-, pero «lo importante es ayudar al equipo y si es con goles, mejor». Sería bueno que esta tarde siguiera con esa racha que él y Susaeta parecen haber encontrado. Si sus goles llevan a la victoria permitirían hacerlo contra «un rival directo ahora en la clasificación», palabras con que lo definió De Marcos, quien ya ha superado las molestias iniciales de principios de semana y subraya que «moralmente la gente está muy bien».

Hasta ahora la responsabilidad recaía en las botas y la testa de Aritz Aduriz, que lleva dos encuentros sin marcar, y si lo hiciera hoy se igualaría a 40 goles vestido de rojiblanco con Peio Uralde. Además, el delantero cumple 32 años mañana, y la victoria ante el Espanyol sería un buen regalo. Y si es con tantos suyos, mejor que mejor.