Pocas veces ha deseado tanto la Real que llegara un partido para que se hable solo de fútbol, y los blanquiazules quieren que su club sea protagonista desde hoy solo por lo que hacen ellos, y no por otras cuestiones.

La duda estriba en saber cómo puede afectar lo extradeportivo a lo deportivo, tanto en lo que se refiere al rendimiento del equipo como a terceros, sobre todo a Gil Manzano, después de una semana en la que también se ha incidido demasiado en los seis partidos que lleva la Real en superioridad numérica. Y en Zaragoza protestan por los arbitrajes para explicar los diez puntos que lleva en los diez partidos de casa, y los dos sumados en los cinco jugados este año.

Nada de esto ayuda a la Real, pero lo más importante en el fútbol es lo que pasa en el campo, y ahí los blanquiazules parten con ventaja porque se encuentran en una dinámica tan positiva como negativa es la de los maños. Y Montanier podrá alinear su once de gala y Manolo Jiménez tiene serios problemas en defensa, sobre todo en el flanco izquierdo por las bajas de Abraham, Loovens y Obradovic y las molestias de Paredes, que fue convocado, pero es duda.

La Real también tuvo ausencias de última hora, porque Ifrán no se recuperó de la contusión sufrida el jueves en su rodilla derecha y José Ángel causó baja por molestias en la región posterior de ambas piernas. Eso motivó que viajaran a Zaragoza los dieciocho disponibles, incluido un Javi Ros que en un principio había sido descartado.

Las novedades en la lista llegaron con la vuelta de Mikel González, De la Bella y Markel. Los dos primeros volverán al once y entre el elgoibartarra y Pardo está la única duda en el once que presentará Montanier.

«Un partido vital»

Más problemas para conformar su alineación tendrá Manolo Jiménez, que calificó ayer el de esta tarde como «un partido vital en el que debemos salir a muerte desde el inicio para hacernos dueños de la situación y darlo todo. Queremos disipar las dudas generadas en casa y refrendar el partidazo que hicimos ante el Málaga. Estamos más unidos que nunca y espero que haya una buena entrada y la afición nos lleve en volandas».

Dijo que la Real «es un rival peligroso que lleva una buena temporada. Un equipo rápido, con calidad, joven, con mucha ilusión, y tienen jugadores tan hábiles y tan rápidos que provocan muchas faltas. Son muchos partidos que llevan en superioridad y esperamos estar concentrados y contrarrestarlo».

Añadió que las expulsiones de los rivales se deben más a méritos de los realistas, pero aprovechó para quejarse: «Es más fácil sumar fuera, pero en casa nos han atropellado mucho. Ha habido errores arbitrales que nos han perjudicado. Dicen que el fútbol da y quita y espero que algún día nos den o no nos quiten».