Editorial 2013/2/8 EL PUNT AVUI+ (Traducción: GARA)
Sin signos a favor de la recuperación
(...) Ante los desacuerdos en la confección de los presupuestos de la UE para el periodo 2014-2020, hay quien afirma que están apareciendo dos Europas: la del norte, insolidaria, y la del sur, insolvente. Pero esto no es cierto. Estas dos Europas han existido siempre. Lo único es que, en tiempos de abundancia y de endeudamiento fácil, esta situación desigual quedaba enmascarada.
Todos los países de la Unión Europea se han resignado a aprobar unos presupuestos austeros. No hay otra solución porque así lo quieren los países del norte, los contribuyentes netos, que tienen dificultades para convencer a sus electores de que deben seguir ayudando unos países que, como Grecia, Portugal y España, sus opiniones públicas tienen por derrochadores.
Los jefes de estado y de gobierno de la UE deberán ponerse de acuerdo, y lo máximo que se puede esperar es una limitación de los daños. Estos presupuestos deberían servir para marcar el inicio de la reactivación. Pero tal cosa no es posible porque los países que, como Alemania, podrían impulsar este cambio de rumbo, no están en situación desesperada. Para salvar la imagen se dedicará dinero a la agricultura y el empleo juvenil. El resultado de todo ello es que la Unión Europea está decepcionando a más y más ciudadanos. Un club que no ayuda a sus socios, ¿qué utilidad tiene? Un presupuesto austero sólo se aceptará si, al mismo tiempo, se emiten signos claros de que habrá una acción coordinada contra el paro en todo el territorio. Pero la UE vive una crisis política y es difícil que, en estas circunstancias, se emitan señales esperanzadoras.