Patxi López fue reelegido ayer como secretario general de PSE tras obtener el 88,95% de los votos en el VII Congreso del PSE, celebrado en Bilbo. En concreto, el exlehendakari recibió 290 sufragios de los 326 emitidos. El resto, 36 papeletas, fueron votos en blanco. Asimismo, los presentes en la cita, que finalizará hoy con la intervención del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprobaron el informe de gestión emitido por la Comisión Ejecutiva del partido, un documento que fue avalado por 267 personas.

Durante su intervención ante los presentes, López presentó tres resoluciones relacionadas con la ética democrática, el crecimiento económico y el modelo territorial. Esta última propuesta se basa en la defensa de la creación de un sistema federal en el Estado español y critica las reclamaciones democráticas de las formaciones abertzales.

A su parecer, el citado sistema federal debe suponer una mejora del modelo autonómico actual. Plantea que el cambio sirva para reconocer mejor los derechos históricos de las comunidades autónomas, acabar con la invasión competencial puesta en marcha por las autoridades de Madrid y cerrar un modelo de financiación entre las diferentes administraciones, siempre dentro de la Constitución de 1978, que plantea retocar pero con límites. «Estos objetivos tienen un nombre: Estado federal. Es lo que defendemos y no nos vamos a perder en otras cuestiones que no son las nuestras», destacó López.

Cabe señalar que la resolución presentada por el exlehendakari plantea el modelo federal como barrera ante «el ataque de los nacionalismo a la convivencia común y a la Constitución, apostando por políticas secesionistas; el rebrote del centralismo español, que busca recortar las competencias de las comunidades autónomas; y la crisis económica, que fomenta populismo deslegitimadores del sistema democrático».

En alusión directa a las reivindicaciones democráticas del derecho a decidir, el documento propuesto por Patxi López considera que «los nacionalismos, especialmente el catalán, se han quitado la careta y han dado un salto en el vacío hacia la independencia, tratando de ocultar los recortes que están aplicando a los servicios y su incapacidad para encauzar los problemas de la sociedad».

«El nacionalismo vasco, que nunca ha renunciado a forzar ese camino, sigue en su línea de deslegitimización del sistema constitucional, a la espera de mejores tiempos para plantear el órdago secesionista», destaca la resolución.

«En horas bajas»

Antes de ser reelegido, López se presentó ante los responsables del PSE para hacer balance y fijar objetivos de cara los próximos cuatro años. Entre dichos objetivos destacó la necesidad de mantenerse a la izquierda del espectro político. «Somos un partido de izquierdas y queremos renovar nuestro discurso de izquierdas, no para dejar de serlo, sino para reforzarlo», apuntó ante las mismas personas que lo arroparon cuando gobernó con el apoyo del PP.

En este sentido, subrayó que el PSE no busca «terceras vías para hacer políticas de derechas con palabras de izquierdas. Lo que queremos es adecuar nuestro proyecto a los nuevos tiempos, a la nueva modernidad. Tenemos que renovar porque tenemos problemas nuevos para los que las viejas respuestas ya no sirven».

Entre los «nuevos problemas» López citó la corrupción que salpica a las principales formaciones políticas del Estado español. «Lo que está pasando es simplemente terrible e inaceptable. Y no daña solo al PP, que es su protagonista principal, sino que pone en cuestión el sistema democrático y a los partidos políticos en general», manifestó.

Para hacer frente esta situación, el reelegido secretario general reclamó la aprobación de una «Ley Reguladora del Código de Conducta del Cargo Público y de su Régimen de Incompatibilidades». Tal como figura en la Resolución sobre Ética Democrática defendida por López, esta ley tiene por objeto «garantizar un mayor control en el tránsito entre el sector privado y el público».

A su vez, reivindicó una «Ley de Trasparencia» que «fije claramente las obligaciones de las administraciones y los derechos de la ciudadanía». Una propuesta que, al igual que las anteriores, será sometida hoy a votación en la segunda y última jornada del Congreso del PSE.

Hoy, con el resto de elecciones, se verá por tanto hasta dónde llega la renovación que planteó López tras la última derrota electoral. Ayer también admitió en un pasaje del discurso que el PSE «está en horas bajas».