Las dos contundentes derrotas que ha sufrido Bera Bera ante el Vistal Laczpol con cinco meses de diferencia obligan a ser realistas de cara a la cita de hoy (12.30 en el Polideportivo Josean Gasca, Freitas y Carvalho -Portugal-, ETBK Sat). El 32-20 de la ida es un resultado muy negativo y, aunque imposible sea un adjetivo que conviene descartar de antemano en vísperas de cualquier evento deportivo, sí hay que reconocer que las probabilidades de que Bera Bera supere la eliminatoria son escasísimas, prácticamente nulas.

Pero los objetivos de Bera Bera no deben detenerse ahí, y la victoria en el partido de hoy sí es un objetivo más asequible, y en cualquier caso lo que corresponde es luchar por ella. Reyes Karrere lo entendía así en vísperas del partido y, tras reconocer que el resultado de Gdynia había sido difícil de encajar, centraba el objetivo en salir a ganar hoy y extraer el máximo de rentabilidad de las experiencias acumuladas ante el rival polaco, para poder seguir mejorando de cara a futuros compromisos.

La trayectoria europea en casa del club donostiarra respalda el planteamiento de que el equipo saldrá a por todas este mediodía en el Gasca. De los 75 partidos que ha disputado en las diferentes competiciones desde su debut continental el 26 de setiembre de 1993, 48 los ha disputado en Gipuzkoa, donde ha ganado 38, ha empatado 4 y ha perdido solo 6 (el último ante el Rostov ruso en noviembre de 2008).

En las pistas guipuzcoanas han caído importantes rivales, como el Lada ruso, actual campeón de la Copa EHF, que hace un año perdió en el mismo Gasca en un gran partido que acabó con 35-34 a favor de Bera Bera.

El Laczpol ya se ha mostrado superior dos veces esta temporada, de forma muy clara en ambos casos, aunque esta vez el apoyo del público -Karrere animaba a que acuda para ayudar a su equipo desde la grada, «porque nosotras solas no podemos, ni siquiera ganar el partido»- jugará a favor de Bera Bera.

Sin ser uno de los grandes equipos europeos, el Laczpol ha logrado reunir una plantilla larga y compensada, con muchos recursos en su primera línea, y una importante disposición a salir al contraataque aprovechando cualquier indecisión o pérdida del balón de su rival.

Este ha sido uno de los principales problemas en los dos partidos. Las donostiarras no están cómodas cuando tienen que jugar muchos minutos en ataque posicional -y menos ante rivales de gran envergadura física-, sobre todo porque carecen de lanzamiento exterior, y la baja de Cuña, y la de Dunay -que no pudo jugar en Polonia debido a un esguince de tobillo-, han mermado aún más las prestaciones de su primera línea.

Rubio arrastra molestias físicas, las características de Elorza no son las de una goleadora, y jugadoras jóvenes y todavía en formación como Alba Menéndez y Nagore Arizaga están pagando su inexperiencia en este tipo de citas, al tener que disputar más minutos y asumir más responsabilidades de las previstas a principio de temporada.

De ahí que Karrere insistiera en extraer consecuencias positivas de esta eliminatoria. Quizá no la clasificación, pero sí experiencia y enseñanzas que valgan para futuros compromisos.