Zuazo volvió a demostrar, y a demostrarse, que al amparo de su público es capaz de plantar cara a cualquiera. Ayer mereció mucho más que una derrota por la mínima ante el 2º clasificado, pero las de Barakaldo acabaron muy descontentas con la labor arbitral porque, en un partido muy reñido, entendieron que decantó la balanza a favor del Elche. La misma pareja que en la primera jornada liguera anuló un gol de penalti con el reloj a cero que habría supuesto la victoria ante el Mar Alicante, ayer anuló el que podría haber sido empate final a 23 a falta de unos segundos. Tras señalar pasivo al Elche, el lanzamiento directo entró en la portería visitante, pero los árbitros ordenaron repetir la acción, y ya sin tiempo Zuazo no pudo sacar ningún rendimiento a su último ataque.

Antes ya había habido otras decisiones discutibles, como un par de remates en que las vizcaínas vieron el balón dentro de la portería del Elche y los colegiados fuera, en un partido que se apretó mucho en la segunda parte, en la que Zuazo peleó lo indecible y llegó a ponerse un gol por delante, aunque también falló tres penaltis.