Sanz pide consenso «o terminaremos noqueados por el nacionalismo»
Miguel Sanz dijo que no tomaría partido si había una pugna interna en UPN, pero ya ha salido a la palestra. Ayer reclamó públicamente «generosidad, consenso y alturas de miras» ante el Congreso de marzo, agitando para ello el fantasma de «el nacionalismo anexionista, que nos tiene arrinconados en una esquina del ring». Su mensaje parece más dirigido a Barcina, ya que Sanz deja claro que apoyaba el pacto que esta dejó en suspenso, desatando la crisis.
R.S. |
Solo han hecho falta tres días para que el mayor dirigente de la historia reciente de UPN, Miguel Sanz, tome posiciones en el enfrentamiento abierto entre Yolanda Barcina, actual presidenta, y Alberto Catalán, que trata de relevarla en el Congreso del 17 de marzo. Pese a que afirmó hace un mes que no pensaba inmiscuirse, ayer mismo hacía oír su voz a través de una carta pública en ``Diario de Navarra'' en la que incluso se justifica por romper su palabra: «Quienes me conocen saben que no soy hombre fácil de reducir cuando se trata de defender aquello en lo que creo».
Sanz no se posiciona expresamente en favor de ninguno de los dos candidatos, pero veladamente sí parece hacerlo en favor de Catalán por dos razones. En primer lugar, alude a que «lo que a mí me hubiera gustado que ocurriese es el acuerdo que yo pensé que estaba hecho». Como es sabido, ese pacto que establecía una especie de bicefalia fue dejado luego por Barcina en stand-by, lo que hizo que Catalán anunciara su candidatura a la Presidencia. Y por otro lado, Miguel Sanz afirma en la carta que UPN debe salir reforzado de su congreso «con o sin acuerdo», de lo que se desprende que no tiene crítica alguna hacia la decisión de Catalán de enfrentarse a Barcina y que solo espera que la votación de las bases cierre el debate.
«Saquemos los brazos»
Con todo, lo más relevante de la misiva de Sanz es la alarma que transmite a sus compañeros y que relaciona con la pujanza de las fuerzas abertzales. «El nacionalismo anexionista y negacionista de nuestra identidad no solo acecha, sino que nos tiene arrinconados en una esquina del ring, golpeando sin piedad contra todo aquello que sostiene el edificio institucional de Navarra. Si no reaccionamos sacando los brazos y empezamos a situarnos en el centro del cuadrilátero, terminaremos noqueados y junto a nosotros Navarra y sus instituciones», añade el expresidente navarro.
Esta última apelación al contrataque se produce en un contexto en que a las dificultades políticas para UPN se les suman las judiciales. El propio Miguel Sanz va a ser investigado en la denuncia presentada por Kontuz y admitida por la Audiencia navarra, y en el caso de que la investigación avance es muy probable que otro tanto ocurra con Yolanda Barcina, cuyo caso llevará el Supremo español.
Al respecto, Sanz sostiene que «lo que está ocurriendo en Navarra no es nuevo. Asociaciones como Kontuz o similares han existido siempre en forma de coordinadoras o colectivos abertzales diversos. Ahora es la CAN y antes era Itoiz, o la autovía del Norte». Sin embargo, a continuación el que fuera líder de UPN entre 1996 y 2007 admite un temor muy especial: «Siendo esto así, también lo es que nunca el clima social, la indignación ciudadana ante los casos de corrupción y la desconfianza ante los políticos ha sido tan notoria como ahora. Todo ello añade un plus de eficacia y de credibilidad a quienes son expertos en la estrategia de pescar en río revuelto y ganar adeptos para su causa a través de la algarada y la manipulación política».
Así pues, Sanz cierra la carta con una apelación llamativa: «Porque no quiero aborrecer a los míos (UPN) ni que Navarra termine noqueada por los anexionistas, exijo, pido y ruego a quienes pueden hacerlo: generosidad, consenso y altura de miras de cara al Congreso de UPN si queremos seguir liderando Navarra con todos aquellos que creen en el Amejoramiento y la Constitución».
Sanz es la persona con más predicamento entre las bases tras haber dirigido UPN trece años (hasta 2009) y el Gobierno navarro quince (hasta 2011). Ha apadrinado la carrera de Catalán, su escudero además de paisano. Fue también quien entronizó a Barcina, pero rápidamente se enfrentó a ella.
Este tipo de pugnas precongresuales suelen derivar en conflictos de todo tipo, y uno de los clásicos es el acceso a las listas de afiliados. Según reveló ayer ``Diario de Navarra'', el sector de Catalán está muy molesto porque la presidenta se llevó el fichero el lunes, antes incluso de que Catalán anunciara su candidatura (quizás esa acción contribuyó a su decisión). Siempre según esta fuente, Barcina lo devolvió tras apercibirle Eradio Ezpeleta, secretario de Organización, y Carlos García Adanero, secretario general, de que podía ser sancionada por ello.
El desenlace apunta, por tanto, a que Barcina quizás ni cuente con el apoyo del aparato de UPN pese a haber dirigido el partido estos cuatro años. GARA