Con violencia y sin órdenes de arresto, policías mexicanos que investigan la violación múltiple a seis jóvenes procedentes del Estado español en un bungalow turístico de Acapulco hace una semana, han detenido hasta el momento a, al menos, 25 hombres, dos de ellos menores. De ellos, solo cinco continuaban ayer en dependencias policiales.

El sábado, familiares de los arrestados denunciaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero -estado sureño en el que se cometieron las violaciones- abusos policiales durante los operativos.

«Venimos a quejarnos por cómo llegan los policías a las comunidades a intimidar a la población. No nos vale que violen nuestros derechos, porque vienen y nos golpean», remarcó a AFP Adrián Sánchez, líder vecinal del poblado Lomas de Chapultepec, en Barra Vieja.

Aseguró que los policías intentaron que su cuñado, uno de los liberados, se declarase culpable de la violación. «Detuvieron a un hermano, a un sobrino y a varios cuñados. A uno de los cuñados lo liberaron en la madrugada y nos contó que los policías lo golpearon diciéndole que aceptara su culpabilidad», añadió Sánchez. Denunció que entre los hombres que seguían detenidos hay un joven de 22 años con la mano fracturada y sangrado constante en el oído derecho. «Los están obligando a que se declaren culpables de la violación», añadió.

Sánchez lamentó la detención de los residentes de Barra Vieja y alegó que los locales «son incapaces» de este tipo de delitos.

«La Procuraduría debió haber investigado profundamente esta situación, realmente, con peritaje sobre quiénes participaron en este delito. Nosotros somos gente honesta y de trabajo, muchos vivimos del turismo y estamos para cuidar al turista, no para perjudicarlo. La gente local no fue, esa gente vino de fuera», insistió.

El gobernador de Guerrero, Angel Aguirre, que recorrió Barra Vieja, negó estas denuncias, asegurando que no van a «presentar inocentes en aras de querernos ganar una medallita. Es un caso delicado».