Zelaiburu En las Peñas de Itsusi
En el complejo montañoso «Peñas de Itsusi-Itsusiko harriak» en Benafarroa y en su extremo oriental destaca de sobremanera el monte Zelaiburu. Hacia el Sur es una bella escarpadura rocosa y vertical de arenisca rosada que según reciba el sol toma unas coloraciones asombrosas y hacia el N, pierde altura hasta la estrecha garganta de Zarkanbide. Su espectacular pared vertical hacia Aritzakun, ruinosa, erosionada y poblada de buitres que esperan vigilantes a los excursionistas, posados en los riscos o sobrevolándolos en espera de carroña, confluye en el altiplano pastoril, muga con Nafarrroa. Para llegar al inicio de esta simpática y cómoda excursión de conocimiento del macizo, la referencia es Bidarrai. Se cruzará el Pont Noblia para salvar La Nive, y sin derivarse al altozano del pueblo irá a la dcha para salvar por otro puente el rio Bastan internándose en una carretera local, para superar otro puente, donde nace la barranca de Zarkanbide, el de l´Enfer, por donde se precipitó el diablo al no entender el euskara y no poder catequizar a los habitantes del lugar. En el siguiente cruce se toma el ramal de la dcha, con referencia las marcas rojiblancas del GR 10-Travesía del Pirineo. Esta carreterita de fuerte desnivel finaliza en el caserío Aruxia, bajo las impresionantes escarpaduras de Zelaiburu, primera montaña de los Itsusi. Una vez aquí, el excursionista seguirá la balizada (bandas rojiblancas) senda pirenaica. Tras unos primeros compases, nace a la dcha, con la X rojiblanca de no continuar, un precioso camino enlosado con murete. Esta es la vía de ascenso original y secreta que desde Mendia sugerimos. Sin marquitas ni cairns, increíble pero cierto, se trata de una ruta perdida, salvaje, natural y poco utilizada. El itinerario rodea la cara S de la peña, hasta un collado, sobre el Pont del Enfer, donde se convierte en senda indefinida pero bien pisada (izda), que progresa al N entre campos de helechos, ahora a pie del acantilado oriental. Pierde altura y continúa sin problemas hasta la borda Marraputxonea situada sobre un cercado y precioso prado verde.
A partir de aquí se inicia el ascenso hasta la cima de Zelaiburu en un inolvidable recorrido. Un buen camino, cerca al borde de las verticales paredes, que permiten al montañero asomarse continuamente al precipicio disfrutando de una panorámica que no le dejará indiferente, gana cómodamente altura. El deportista que se sentirá vigilado por cabras montesas y buitres que peregrinan por los cortados y estrechos riscos, alcanzará sin sobresaltos la magnífica cumbre, donde obtendrá atractivas fotografías de las montañas circundantes destacando de sobremanera el Irubelakaskoa, la pirámide perfecta, el gigante del valle de Aritzakun y montaña mas bella de Euskal Herria que asemeja a un perpetuo gendarme.
Tras el merecido descanso, el excursionista descenderá por el filo hacia el collado de Artzatei (borda remozada) donde por la senda, sobre una rocosa vereda totalmente pirenaica, circunvala en descenso ahora la otra parte de la vertiente meridional del Zelaiburu. De nuevo las recortadas peñas son espectáculo, y bajo ellas el mendizale buscará la fácil entrada de Harpeko Saindua, a donde se llega por escaleras y pasa manos. La leyenda dice que una joven paisana desapareció. Un día un halo luminoso penetró en la cueva y allí reapareció petrificada en forma de larga estalactica con torso de mujer que veremos en el fondo de la corta cavidad. Por ello fue convertida en Santa. Los franceses llaman a la gruta «La Sainte qui sue. La santa que suda». Se dice que el agua que rezuma la estalactica tiene poderes curativos y pasando la mano húmeda por la parte del cuerpo donde se tienen dolores, se sanan. Actualmente está totalmente prohibido dejar objetos de todo tipo.
Tras la visita, el senderista retomará el camino que finaliza en el caserío Aruxia, dando fin a este incomparable circuito panorámico y de disfrute.