La presidenta del Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), Francisca Sauquillo, denunció ayer la nula autocrítica del sector bancario y un sistema legal lpermisivo ante los directivos que causan perjuicios económicos.

«Aquí somos absolutamente laxos para los grandes gestores y no lo somos para el pobre señor que no ha gestionado bien su hipoteca. Me parece bien lo planteado en Alemania», afirmó, en referencia al proyecto de ley aprobado esta semana por el Gobierno de Berlín que regula las actividades de bancos y aseguradoras y prevé sanciones económicas y penas de cárcel.

Para atajar esta situación, el CCU apuesta por crear una sección dentro de la Fiscalía que actúe en defensa de los intereses colectivos de los particulares. Asimismo, cree que hace falta una ley de quiebra familiar para que quienes están muy endeudados puedan exponer ante un juez o un sistema de arbitraje su posición como deudor.

Sauquillo pidió de forma urgente «una moratoria de, al menos, tres años -uno más de lo fijado en la ley vigente- y paralizar todo el proceso de ejecución hipotecaria desde el principio», y no solo la fase de expulsión de la vivienda, como estipula el real decreto de noviembre.

La presidente del CCU echa en falta entre las entidades de crédito «corresponsabilidad» y «autocrítica» ante comportamientos que han conducido hasta esta situación. Añadió que falta «formación financiera» entre la población, pero censuró que los bancos se limiten a decir que «todo está bien» y que el sistema hipotecario funciona correctamente.