El diputado general de Araba, Javier De Andrés, aseguró ayer que «el nacionalismo [por el contexto cabe suponer que se refería al nacionalismo vasco], hoy en día, es incompatible con el mundo moderno». Y añadió que lleva «a la desaparición como país y como cultura».

De Andrés hizo estas afirmaciones, en un desayuno celebrado en el Fórum Europa-Tribuna Euskadi, apenas una semana después de haber firmado con el PNV el acuerdo para la prórroga presupuestaria en Araba, traducido en un proyecto de norma foral aprobado para dotar a la Diputación de 5,3 millones adicionales. Además, el PP y uno de los partidos que nos llevan a la «desaparición como país» han suscrito otros dos pactos presupuestarios, uno en el Ayuntamiento de Gasteiz y otro en la Diputación de Bizkaia.

En opinión del dirigente del PP, el nacionalismo «no ha hecho un país atractivo», sino que ha hecho una política para que este país «no sea negativo para cierto tipo de gente». «Y es que lo ha conseguido. Ha conseguido que no sea atractivo para mucha gente y hay mucha gente que se ha marchado, y no ha habido nadie que haya venido. Y eso es malísimo para un país», apuntó.

El ejemplo de Iparralde

Javier De Andrés insistió en que «aquí, si se mantienen las claves nacionalistas de un país que no es atractivo nada más que para unos pocos, nos conduce a la desaparición, pero a la desaparición como país y como cultura», y obtendrán «lo contrario a lo que persigue esta ideología».

El diputado general de Araba calificó el proyecto de búsqueda de un estado en Europa como algo «absurdo». Para demostrar que se puede conservar la identidad sin retrógradas obsesiones nacionalistas, De Andrés puso el ejemplo de Ipar Euskal Herria, donde se observa «cómo se cuidan todas las estructuras urbanísticas, los caseríos, las cosas singulares de los vascos que se tienen en común con ellos, como las danzas, el euskara, etc».

Y apostilló que «lo hacen sin ser nacionalistas, con entera tranquilidad y normalidad, y esa es la apuesta que tenemos que hacer para el País Vasco dentro de España. Hacer aquí lo que se está haciendo en el País Vasco francés, sin claves nacionalistas de oposición respecto al otro, en lugar de hacer una identidad propia en positivo, sin buscar confrontación con terceros».

Rajoy dice que no recentraliza

Casi al mismo tiempo que Javier De Andrés daba su conferencia con alusiones contra el nacionalismo vasco, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguraba en el Congreso que él no tiene interés en «recentralizar nada», pero que debe realizar reformas para luchar contra la crisis económica y que es necesario que primen «los intereses generales».

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, le había acusado de que en las últimas leyes tenía «tendencia a la invasión competencial» y un «sesgo centralizador». Rajoy, por contra, niega esa tendencia. Según manifestó, lo que busca es «primar los intereses generales». Señaló que de todo se puede hablar y aseguró que será respetuoso con las competencias, también en la Ley de Unidad de Mercado, aunque «la excesiva fragmentación no tiene sentido».