Ana Mato asegura que no dimitirá y que cuenta con el apoyo de Rajoy
Ana Mato insistió ayer en que «en ningún momento» se ha planteado presentar su dimisión por la vinculación de su nombre al «caso Gürtel» y aseguró contar con la confianza de Mariano Rajoy. Su exmarido, Jesús Sepúlveda, defendió su inocencia y la de su exmujer tras negarse a declarar ante el juez sobre los pagos irregulares supuestamente recibidos por la familia en el marco de esa trama de corrupción.
GARA | MADRID
La ministra española de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, aseguró ayer que no tiene ninguna intención de dimitir, petición que el PSOE le realizó hasta en tres ocasiones durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, y calificó de «infamia» la vinculación de su nombre al «caso Gürtel», la trama de corrupción relacionada con el PP, al tiempo que subrayó que cuenta con la confianza del presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy. También el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, desdeñó la petición de dimisión planteada de nuevo por el PSOE.
Mato hizo estas manifestaciones en el Pleno del Congreso en respuesta al diputado del PSOE Eduardo Madina, quien consideró que no está en condiciones de seguir al frente del Ministerio después de que su nombre haya aparecido vinculado al «caso Gürtel», que definió como «la trama de corrupción organizada más importante de la democracia».
La ministra no se arredró y acusó al PSOE de emprender «una cacería política y personal» que llega a lo «grotesco» por delitos que, según dijo, la Justicia atribuye a su exmarido, el exalcalde de Pozuelo de Alarcón (Madrid) Luis Sepúlveda, y de los que ella fue exculpada por un juez.
«Ifamia»
«Esta infamia no me va a doblegar porque no tengo nada que ocultar, voy a seguir trabajando al servicio de los españoles y muy orgullosa de pertenecer a este Gobierno», aseguró Mato en la sesión de control al Gobierno.
Señaló que no se ha planteado dimitir «porque no he cometido ningún acto, en ningún momento, ni antes ni ahora, que no se corresponda con la ética que es exigible a todos los responsables políticos», informó Efe.
«Nunca imaginé que me quisieran hacer responsable de la conducta de otra persona», dijo en referencia a Sepúlveda, que fue citado ayer a declarar como imputado a declarar ante el juez Pablo Ruz, en la Audiencia Nacional española, sobre los pagos irregulares que supuestamente hizo la trama Gürtel a él y a su familia entre los años 2000 y 2005.
Sepúlveda, imputado por cohecho, prevaricación, malversación y delitos contra la Hacienda Pública, defendió ante los periodistas su inocencia y la de Mato tras negarse a declarar ante Ruz, y afirmó que su exmujer no debe dimitir. Varios ciudadanos le increparon al grito de «chorizo».
El constructor Jesús Calvo Soria, supuesto cooperador de Francisco Correa en la trama Gürtel, fue interrogado ayer por el juez Ruz, por el pago de una supuesta comisión de 60.000 euros a Sepúlveda, quien hasta el pasado lunes estuvo a sueldo del PP.
En la misma sesión del Congreso, la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, pidó la dimisión de Cristóbal Montoro por su gestión de una amnistía fiscal que, más que regularizar, consideró que ha permitido «blanquear» y en la que se han «colado» personas como el extesorero del PP Luis Bárcenas.
El ministro anunció que solo uno de los 21 imputados por el «caso Gürtel» presentó una declaración para acogerse a la amnistía fiscal y acusó al PSOE de «irse al monte», al tiempo que le retó a presentar una moción de censura.
Pago mensual a Bárcenas
Por otro lado, el PP quiso aclarar ayer que el pago mensual que su extesorero y exgerente Luis Bárcenas recibió de la formación hasta diciembre de 2012, del que varios medios de comunicación informaron ayer, correspondía a su indemnización, pero no concretó su cuantía.
Señaló que tras decidir, en abril de 2010, que Bárcenas no se incorporara al puesto al que había renunciado para ser senador, ambas partes acordaron que la indemnización correspondiente se abonara en diferido mediante un pago mensual hasta el pasado diciembre, abonándose también hasta entonces las cotizaciones sociales correspondientes.
Se notaba el nerviosismo previo a los grandes debates, después de un mes de alta tensión en los mentideros políticos por los casos de corrupción y a una semana del debate del «estado de la nación». El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvieron a protagonizar un cruce de acusaciones en un Pleno del Congreso en el que el PSOE pidió la dimisión de hasta tres miembros del Ejecutivo, con su presidente al frente, y que puede ser un anticipo de lo que ocurrirá en la cita parlamentaria más importante del año.
Rubalcaba reclamó la dimisión de Rajoy, al que consideró «incapaz» de sacar al Estado español de la crisis política que le aqueja. «Le pido que renuncie, que lo deje», sostuvo entre gritos de rechazo y pataleos de la bancada del PP, según informó Efe.
Más de uno de los presentes se acordó del célebre «váyase, señor González», pronunciado hace 20 años en esa misma tribuna por José María Aznar, en un escenario político también convulso por escándalos de corrupción.
De las palabras de Rajoy se desprende que no tiene la menor intención de cumplir el deseo de Rubalcaba, al que ha negado autoridad moral para pedir su dimisión, sobre todo mientras no publique sus declaraciones de la renta y patrimonio y las cuentas de su partido.
«Transparencia» fue la palabra más repetida por Rajoy, que estima que esta virtud en la política y en la gestión de los asuntos públicos es el mejor «antídoto» contra la corrupción y anunció que la futura Ley de Transparencia, ya en tramitación en el Congreso, se aplicará también a los partidos políticos, en el punto de mira por su sistema de financiación. GARA
Cinco imputados del «caso Gürtel» pagaron a Hacienda 9,89 millones de euros mediante regularizaciones ordinarias de dinero no declarado antes de la amnistía fiscal de 2012, entre los años 2003 y 2011, cuando gobernaba el PSOE.