La ONU tene una espiral de violencia en Mali y la tensión es máxima en Gao
GARA | GAO
La ONU teme una espiral de «violencia catastrófica» en Mali mientras que en Gao la tensión es máxima por la infiltración de grupos yihadistas dispuestos a combatir a los «ateos».
La alta comisaría de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, hizo un llamamiento a todos los agentes en el conflicto a evitar represalias.
En Gao, ciudad de Azawad, el Ejército francés anunció el hallazgo y la desactivación de una bomba artesanal con 600 kilos de explosivo en una casa abandonada no lejos de un hotel que alberga a decenas de periodistas extranjeros.
El mercado de la ciudad está prácticamente desierto y la mayor parte de las tiendas cerradas. «La gente tiene miedo por la inseguridad y porque están registrándose detenciones», señaló un oficial maliense.
Los soldados no se separaban de sus armas y se escucharon disparos ayer por la mañana. Militares patrullaban las orillas del Níger. «Buscamos a elementos (yihadistas) que han atravesado el río en piragüa y se han infiltrado en la ciudad», explicó un soldado maliense mientras los militares nigerianos fortificaban su base en el sur de la ciudad. Se seguían descubriendo almacenes con munición y explosivos por toda la ciudad.
«Seguimos aquí»
El Movimiento por la Unidad y la Yihad en África del Oeste (MUJAO), que ha reivindicado los últimos atentados suicidas, ha asegurado que «los mujahidines siguen en la ciudad de Gao y seguirán hasta la victoria contra los enemigos del islam».
Se trata de uno de los tres grupos yihadistas, junto con el AQMI y los tuaregs de Ansar al-Dine, que se hicieron fuertes en las ciudades de Azawad.