El Gobierno israelí ha reconocido por primera vez, tras un embargo informativo que ha durado dos años, la existencia del conocido como «prisionero X», un detenido identificado ahora como Ben Zygier y que permaneció recluido en la prisión de alta seguridad de Ayalón hasta que finalmente se le encontró ahorcado dentro de la celda vigilada por circuito cerrado y sometida a un régimen de completo aislamiento.

El comunicado oficial no menciona su identidad pero admite, que mantuvo a un detenido en una cárcel de máxima seguridad y afirma que su muerte fue un suicidio. «Por motivos de seguridad, el prisionero ha estado detenido bajo seudónimo pero su familia fue informada sobre el arresto inmediatamente» indicó. Su existencia fue dada a conocer por la cadena de televisión australiana ABC, ya que en Israel ni siquiera se podía publicar que pesaba un secreto sobre el sumario. El australiano colaboraba con el Mosad, según el reportaje. Varios diputados israelíes pidieron explicaciones sobre el caso, que llevó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a convocar con carácter de urgencia al Consejo israelí de Editores, que reúne a los principales medios, para pedirles que no difundieran detalles. El diario «Haaretz» señaló que una de las razones para pedir el bloqueo informativo se debía a que era un caso «muy embarazoso para una determinada agencia gubernamental».