The Lucilles y Blues & Decker presentan sus respectivos discos y giran por Euskal Herria
Soul y blues entregan en sus respectivos álbumes, «Sweet soul music vol. 1» y «Stealin' the blues», The Lucilles y Blues & Decker, dos grupos de Gaztelupeko Hotsak que tocarán entre Ermua, Arrasate y Urretxu.Pablo CABEZA | BILBO
Gracias al esfuerzo de Gaztelupeko Hotsak y Errabal el soul, el blues y el jazz giran por Euskal Herria con relativa asiduidad, de tal forma que este fin de semana presentan sus respectivos discos dos formaciones de respetable solidez en su campo, The Lucilles y Blues & Decker, que se acercan desde sus bases en Madrid y Xixon.
The Lucilles es la historia de Lucille, modelo y cantante mexicana residente en Madrid. Un día, mientras escuchaba una versión del incomparable Sam Cooke hizo de «Nobody knows (the trouble that I've seen)», comenzó a cantarla en voz baja en la ducha, y pronto se dio cuenta de que podía acercarse al original, y de que poseía una voz que podía servir para cantar.
Aldo Cavaleiro, bajista y músico de gran experiencia, vivía en el mismo bloque, y la afición de ambos por la música negra y el rock&roll les hizo amigos. Con Aldo conoció a otros artistas, cantantes y ritmos, pero nunca le dijo nada sobre sus cualidades vocales... Hasta que un día que estaba cantando en la cocina «Early in the morning» de Buddy Holly, Aldo Cavaleiro le oyó desde la escalera y, sorprendido, llamó a la puerta para preguntarle quien era «la negra que estaba gritando». Lucille tuvo que confesarle que era ella. Desde ese momento surgió el reto de formar una banda, exteriorizar esos valores y grabar un disco. Con un sonido pegado fielmente a los sesenta nació «Sweet soul music vol. 1», álbum que en estos días se pone a la venta. Y canciones que ya podrán ser escuchadas en directo este sábado en Ermua. Canciones propias, versiones clásicas y perlas un poco más escondidas. The Lucilles sigue el camino abierto por Joss Stone, Esperanza Spalding, Eli Paperboy Reed o Amy Winehouse,
Blues & Deker es un cuarteto de Asturias que con solo «Till down», la canción que abre «Stealin' the blues», tan sugerente, tan ácido, tan blues-rock que conquista al oyente de inmediato. Le sigue «Posology», más bluesera y con una guitarra solista espectacular. «Tomorrow» mantiene el álbum por carreteras secundarias con el viento de cara. Y así van cayendo nueve atardeceres magnéticos y sutiles, como «Stealin' the blues» o la aún más apasionante y volátil «Second sight», de una calidad turbadora y en la línea fugaz de un Jimi Hendrix.
También esta semana se ponía a al venta «The life we deserve», Gaztelupeko Hotsak, el disco de Broken Brothers Brass Band, la banda liderada desde 2006 por el iruindarra Ion Celestino, trompeta. Dos saxos y dos trombones, más caja, bombo y tuba singularizan este proyecto de jazz callejero, pero sin ser dixieland, como se encargan de enfatizar. The life we deserve» es un disco dinámico, feliz. Un torrente de soplos repletos de festividad, sonido arrebatador donde huesos, nervios y músculos se mueven al compás del saxo, la trompeta, el trombón o con toda la banda en plena excitación colectiva.
P. C.