La solidaridad arropa a Aitor Franco al ser encarcelado en Martutene
El joven de Errenteria fue encarcelado ayer en la prisión donostiarra para cumplir la condena de seis años impuesta por la Audiencia Nacional y ratificada por el Tribunal Supremo. Un centenar de personas le acompañaron hasta la puerta, donde se sucedieron los aplausos y las lágrimas.
Oihane LARRETXEA | DONOSTIA
Pasaban unos minutos de las doce del mediodía de ayer cuando el joven errenteriarra Aitor Franco se presentó ante la cárcel de Martutene, donde ha sido encarcelado después de que el Tribunal Supremo ratificara en diciembre del pasado año la condena de seis años que la Audiencia Nacional española les impuso a él y a otros cinco jóvenes de Oarsoaldea. A las 12.00 expiraba el plazo para ejecutar el encarcelamiento.
Cruzó el control de la entrada acompañado de su abogado, pero antes tuvo que despedirse de la familia y de las decenas de amigas y amigos que se habían acercado hasta la puerta principal para arroparlo en la concentración que el movimiento por los derechos civiles y políticos Eleak convocó a las 11.30.
Las lágrimas de sus familiares y de otras tantas personas fueron inevitables en los minutos previos; resultó duro ver cómo perdía la libertad. No obstante, también se escucharon muchos aplausos de ánimo. «Aupa aitor!», gritaban emocionados.
Entre el centenar de personas que se congregaron ante la prisión se encontraba el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, que mencionó los dos motivos que le llevaron hasta allí. Por un lado, para mostrar su solidaridad a Aitor Franco y a su familia. Por otro, para declarar su total rechazo a estas persecuciones que «si bien nunca han tenido justificación, menos la tienen en la actual coyuntura política».
A este respecto, también se mostró optimista ya que comentó que estos gestos «son los últimos coletazos» de un Estado que tarde o temprano deberá involucrarse en el nuevo tiempo. Por último, hizo un llamamiento a la ciudadanía porque considera que su implicación para terminar con ese tipo de actuaciones es importante y necesaria.
Ya en prisión
El encarcelamiento de Aitor Franco se suma a los de Maitane Linazasoro, Xabier Lujanbio y Arkaitz Antza, quienes también se han visto afectados, junto a Aitor Alberdi, por el fallo en el que el TS confirmó las sentencias condenatorias impuestas por la Audiencia Nacional. Solo Iosu Arruabarrena quedó absuelto en el auto de revisión de la condena inicial.
Tras ser detenidos y encarcelados en 2008, los seis fueron juzgados junto a otros diez jóvenes de Oarsoaldea en 2011, acusados de pertenecer a Segi. En enero de 2012, la AN absolvió a once y condenó a entre seis y seis años y medio de prisión a Linazasoro, Alberdi, Lujanbio, Antza, Franco y Arruabarrena, que quedaron pendientes de la decisión firme del Supremo.
Antza, Linazasoro y Lujanbio fueron detenidos el 19 de enero en Donostia después de una manifestación y de encadenarse en el hotel María Cristina.
Un centenar de personas se concentraron frente a la cárcel donostiarra para mostrar su apoyo a Aitor Franco. Maitane Linazasoro, Xabier Lujanbio y Arkaitz Antza fueron encarcelados el 19 de enero.
Si por la mañana las puertas de la cárcel de Martutene eran testigos del cariño hacia Aitor Franco, por la tarde la solidaridad se posó en la plaza del Buen Pastor de la capital guipuzcoana, donde decenas de personas recordaron que quince jóvenes de Donostialdea corren el peligro de ser encarcelados. Eleak llevó a cabo una concentración, a las 19.00, para denunciar que los encausados se enfrentan a penas de seis años de prisión.
La cita fue convocada el mismo día en que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo español celebró una vista pública para revisar por segunda vez si mantiene o no las condenas, después de que en octubre de 2011 ordenara a la Audiencia Nacional volver a dictar una resolución, ya que la primera no aludía a las pruebas aportadas por la defensa. El tribunal especial emitió una nueva sentencia condenatoria. Por el momento, la Fiscalía del TS es partidaria de confirmar las penas de prisión.
Además, coincidiendo con el Día Contra la Tortura, el lema de la concentración fue «Euskal Gazteria Libre eta Legala. Torturarik ez», recordando así que seis de los jóvenes encausados denunciaron haber sufrido torturas cuando fueron detenidos. GARA
El fiscal del TS mantuvo que no se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia de los jóvenes de Donostialdea, como expuso la defensa, y agregó que la valoración de las pruebas «no es arbitraria».