pleno monográfico sobre fiscalidad
El Parlamento acabará reclamando su protagonismo en la definición fiscal
Una votación liosa, la aplicación estricta del reglamento y la negativa de UPyD a votar un texto con el que está de acuerdo porque lo firma EH Bildu, impidieron ayer que el Parlamento aprobara ser el órgano que debata sobre la política fiscal en la CAV. Sin embargo, según ha sabido este diario, la cuestión no queda aparcada y volverá a ser presentada con la formulación adecuada para su aprobación. El pleno de ayer dio una pista sobre la unión entre PNV y PP en la concreción de los impuestos.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
En el Parlamento de Gasteiz hay una mayoría de 38 votos, formada por EH Bildu, PSE y UPyD, que defiende que la Cámara autonómica sea la que defina la política fiscal de la CAV. Sin embargo, esa mayoría no pudo concretarse ayer de manera efectiva, frente a la oposición de PNV y PP a este modelo.
El PSE tenía una propuesta en este sentido. También EH Bildu. El concepto global cuenta con el apoyo de Gorka Maneiro, que defiende que el Parlamento debe tener competencia legislativa, aunque PSE y EH Bildu mantienen un papel para las JJGG.
Antes de comenzar las votaciones, PSE y EH Bildu llegaron a un acuerdo plasmado en una enmienda transaccional, que fue registrada. Los intentos del PSE de convencer a UPyD de que apoyara dicho texto fueron baldíos. Gorka Maneiro se niega a votar ninguna iniciativa que lleve la firma de la coalición soberanista.
Ante esa situación, se propuso mantener la proposición original del PSE, con una corrección técnica de la retirada de una palabra. Con el fin de agilizar la votación de las más de 150 propuestas de resolución, se procedió a votar a mano alzada. Esta proposición clave era la segunda y la presidenta abrió la votación. Contó con el apoyo de la mayoría de la Cámara, 38 manos alzadas, las de PSE, EH Bildu y UPyD.
Pero surgieron las reclamaciones del PNV. Si se presenta una enmienda de transacción, decaen las propuestas originales, luego no pueden votarse.
Se acordó un receso para aclarar la cuestión con los servicios jurídicos, a cuyo regreso quedó fijado que la votación de la propuesta del PSE no debió realizarse. Las protestas de Txarli Prieto cayeron en saco roto.
Quedaba entonces la pregunta de si la transaccional entre PSE y EH Bildu se daba por retirada o no. La coalición soberanista la mantuvo. Y cuando llegó la hora de votarla, se produjo un empate de 37 votos a favor, de PSE y EH Bildu, 37 en contra, de PNV y PP, y la abstención de UPyD. El empate se mantuvo en una nueva votación, por lo que el punto será llevado al próximo pleno, como otros muchos que ayer acabaron con similar resultado.
No cabe pensar que en los días que queden hasta el próximo pleno, que se celebrará el jueves de la semana que viene, UPyD vaya a cambiar su posición de no votar a favor de nada que tenga la firma de EH Bildu, por lo que ante un nuevo empate, la propuesta acabará siendo rechazada.
Sin embargo, según ha sabido este diario, desde el PSE ya se está buscando la fórmula adecuada para que en algún próximo pleno pueda articularse de manera efectiva la mayoría que ayer se expresó a favor de que el Parlamento de Gasteiz tenga un papel protagonista en la definición de la política fiscal de la CAV.
Dos bloques definidos
La votación de las 157 propuestas de resolución que se sometieron a votación mostró la existencia de dos bloques más o menos claros en todo lo relativo a la concreción de medidas. Por un lado el formado por PNV y PP, y por otro el de PSE y EH Bildu, mientras UPyD oscilaba entre un bloque y otro.
Sin embargo, en materias que contenían reivindicaciones de tipo nacional, como al reclamación de competencias que están en manos del Estado o la petición de presencia en el Ecofin, se dieron acuerdos entre PNV y EH Bildu, con algún apoyo del PSE en ocasiones.
También hubo propuestas que contaron con un voto favorable muy mayoritario de la Cámara, pero son aquellas que tienen un contenido muy generalista como la defensa del Estado de Bienestar.
Pero en cuanto se entraba en la concreción de contenidos, por ejemplo, cambios de bases imponibles, o todo lo que tuviera que ver con fijar tantos por ciento, se formaba un bloque contrario compuesto por PNV y PP, al que se sumaba UPyD. Sin embargo, UPyD que como queda expuesto se unió muchas veces a PNV y PP para votar a la contra, no lo hizo después para votar a favor de sus propuestas, por lo que muchas decayeron o quedaron en empate para una futura resolución.
El PNV votó ayer a favor de todas las propuestas de resolución del PP, aunque luego no fue tan correspondido. EH Bildu y PSE se apoyaron mucho entre sí.
Y, pese a todo, lo aprobado ayer en la Cámara tras siete horas de sesión, apenas tiene todavía un valor testimonial.
De las 157 votaciones que se produjeron en la sesión de ayer, aproximadamente un 10% acabaron en empates, que tendrán que se resueltos en el pleno del próximo jueves. En todas aquellas en las que se repita el resultado, la propuesta será rechazada.
El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, estuvo presente en el pleno parlamentario de ayer por considerar que se abordaba un debate importante. Fue el único de los diputado generales. En unas breves declaraciones a los medios, recordó que cuando su Diputación emprendió una reforma hacia una fiscalidad «más justa y progresiva» padeció «críticas muy duras» por parte de varios partidos. Pero añadió que «el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio» y ahora el debate se ha generalizado. Garitano defendió que «solo una fiscalidad más progresiva y justa permitirá avanzar hacia una sociedad más cohesionada». GARA
El debate matinal fue una repetición de generalidades más o menos conocidas y, en algunos casos, una sucesión de reproches sobre lo que cada partido ha hecho en un lugar u otro o en una institución u otra.
Arrancó el debate el PSE, proponente del debate monográfico. Este partido ha pretendido hacer bandera de la reforma fiscal, pese a que esperó a que pasaran las elecciones municipales y forales para plantearlo. En consonancia con la importancia que le daba al pleno, el elegido para participar en él fue Patxi López, quien anunció que presentará en el Parlamento durante este ejercicio una proposición de ley para armonizar «de forma efectiva» la fiscalidad vasca y definir unos «criterios básicos» que se desarrollen en todos los territorios.
López acusó al PNV de, «con la colaboración del PP», «vaciar y defraudar» estas normas «usurpando» las competencias de la Cámara vasca, ya que «de armonizar, aunque mal y de forma ilegítima, ya se ocupaba el Euskadi Buru Batzar, en lugar de este Parlamento». «Lo incoherente y alegal -dijo- es lo contrario, el cuento que nos han impuesto todos estos años».
La portavoz de EH Bildu en materia fiscal, Leire Pinedo, destacó que su modelo es el puesto en marcha en Gipuzkoa y propuso su extensión al conjunto de la CAV.
En opinión de Pinedo, a la hora de abordar esta cuestión «es necesario preguntarse, primero, qué país queremos, qué sociedad queremos, qué servicios públicos queremos y, en definitiva, qué bienestar queremos para nuestros ciudadanos, y a partir de ahí, construir un sistema fiscal que lo alimente y sustente».
Según la portavoz de EH Bildu, la fiscalidad es uno de los pilares principales para garantizar el derecho de igualdad de oportunidades, no para ver cómo se supera un momento coyuntural de urgencias presupuestarias en la Administración.
Frente a quienes sostienen que aquí se pagan muchos impuestos, explicó que «la presión fiscal de Hego Euskal Herria en 2009 fue del 29,3% del PIB. En el mismo año era del 48,1% en Dinamarca, del 46,9% en Suecia, del 27% en Rumania y del 28,9% en Bulgaria. ¿Cuál de estos países es nuestro ejemplo? Nosotros lo tenemos claro», sentenció.
El PNV basculó su discurso entre las necesidades presupuestarias que tiene -tanto en relación a los ingresos que precisa como a los pactos que busca- y su tradición tanto en materia fiscal como de defensa de las competencias forales. Por tanto, defendió que este debate es necesario, pero que son las juntas generales las que a la postre tienen la competencia para abordarlo. Además, su portavoz, Josune Gorospe, inició su discurso defendiendo el modelo fiscal y competencial de los últimos años, porque la CAV «ofrece los mejores indicadores socioeconómicos europeos y seguiremos mejorando». El PNV defendió las bases fiscales presentadas por el EBB para su negociación con el resto de partidos.
Antón Damborenea, del PP, fue muy crítico con el PSE, al que acusó de presentar iniciativas distintas en cada institución, por lo que les pidió que armonicen primero su partido. El portavoz del PP no perdió la oportunidad de recordar a Patxi López el caso de su cuñado, Melchor Gil, que tuvo que pagar 100.000 euros para regularizar su situación con la Hacienda vizcaina. GARA