El candidato derechista Nikos Anastasiades venció ayer en las elecciones presidenciales chipriotas con un 45,38% de los votos, según los resultados oficiales difundidos por el Ministerio del Interior correspondientes al 98,6% del escrutinio, y al no haber obtenido la mayoría absoluta deberá enfrentarse al segundo candidato más votado, Stavros Malas, el próximo 24 de febrero en segunda vuelta.

Las encuestas a pie de urna pronosticaban una victoria de Anastasides, candidato de Partido Liberal (Disy), con más de la mitad de los votos, pero finalmente tendrá que enfrentarse en segunda vuelta a Malas, un independiente apoyado por el comunista Partido Progresista de los Trabajadores (Akel), que logró el 26,98% de los sufragios.

El que podría decidir la segunda vuelta podría ser el tercer candidato más votado, Giorgos Lilikas, quien fue diputado y ministro con Akel y ahora ha estado apoyado por el Movimiento de los Socialdemócratas, que obtuvo un 24,94% de los votos.

Las elecciones se realizaron en un contexto de profunda crisis económica y un estancamiento en las negociaciones para la posible reunificación de la isla, dividida a raíz de la invasión de su mitad norte por Turquía en 1974.

Mientras que no se espera la recuperación antes de 2015 y el desempleo crece de forma importante, Chipre está negociando desde el 1 de junio un rescate internacional que estima en 17.000 millones de euros -el equivalente a su PIB anual-, 10.000 millones de los cuales se destinarían al rescate de sus bancos.

Si finalmente se hace con la Presidencia, Anastasiades, abogado y líder de Disy desde 1997, deberá negociar el rescate para el país, sumido en una profunda crisis y muy ligado a la debilitada economía griega, y reactivar el diálogo para la unificación, ya que en Chipre el presidente tiene amplios poderes ejecutivos.