Sarkisian, favorito para la reelección gracias a su campaña contra la oligarquía armenia
GARA | EREVÁN
Armenia celebra hoy elecciones presidenciales con el actual jefe de Estado, Serzh Sarkisian, como máximo favorito para revalidar el cargo tras una campaña en la que se ha postulado como enemigo de la antigua oligarquía armenia postsoviética y ante la ausencia total de contrincantes de peso, todos ellos retirados del proceso electoral tras denunciar al Gobierno armenio por favorecer al presidente empleando tácticas fraudulentas.
Según una encuesta del Centro de Opinión y Estudios para Toda Rusia (WCIOM), el 61% de los armenios encuestados creen que el Sarkisian saldrá reelegido, frente al 27% que opta por su principal rival, el exministro de Exteriores Raffi Hovannisian. El tercero en discordia, con solo un 5%, es el candidato Paruyr Hayrikyan, una de las figuras de estos comicios al sobrevivir a un intento de homicidio a principios de mes.
Una encuesta adicional de MPG LLC Armenia concede al presidente un 68% del voto frente al 24% que da a Hovannisian, líder del Partido de la Herencia, quien ha basado su campaña en las críticas a la «fraudulenta campaña electoral» de Sarkisian.
Sarkisian, de 59 años y líder del Partido Republicano de Armenia, se ha autoproclamado símbolo contra la oligarquía que emergió tras el colapso de la URSS y que, según él, está representada por su predecesor, Robert Kocharian, y el expresidente Levon Ter-Petrosian, el primer jefe de Estado, quien renunció en diciembre a presentarse a los comicios por su avanzada edad, en un gesto que según los analistas ha dejado en bandeja el triunfo al actual mandatario.
En campaña, Sarkisian ha apelado al voto para hacer frente a la amenaza de «quienes están acostumbrados a comprar todo lo que tienen» y «han hecho todo lo posible para mantener el estatu quo al servicio de sus intereses parroquiales y personales», en referencia a Ter-Petrosian y Robert Kocharian, este último vinculado al oligarca Gagik Tsarukian, uno de los hombres más ricos de Armenia y potencial candidato presidencial que se retiró de los comicios en diciembre.
Durante su mandato, Sarkisian se ha aproximado tímidamente a la Unión Europea, consciente de la posición estratégica del pequeño país, pero no ha conseguido avance alguno en la resolución de los dos conflictos históricos que mantiene con Turquía, por el genocidio armenio, y con Azerbaiyán, cuyo Gobierno amenaza desde 1991 con retomar por la fuerza la autoproclamada región armenia de Nagorno-Karabaj .
Sin embargo, Sarkisian ha resistido en el cargo gracias a significativas concesiones en momentos de gran presión popular.