ATHLETIC 1

LEVANTE 0

La temporada ha consumido ya dos tercios. Comienza la cuenta atrás, el margen de error se reduce para todos y victorias y tropiezos redoblan importancia. Qué decir si además se afronta el tramo más complicado del calendario con el título en juego.

Es el caso del Athletic, que deja para más adelante los choques con sus dos inmediatos perseguidores, pero que en estas cuatro semanas encadena a otros tantos gallos. Ayer tocó Levante y quedan por delante Huelva, Espanyol y Rayo, que bien pueden convertirse en jueces de la Liga. Para bien, de momento, porque las rojiblancas apuntaron su enésima muesca ante un Levante que, aferrado a su último clavo, les complicó la vida tanto como cabía esperar.

Contrariamente a lo habitual, de hecho, el Athletic tuvo que esperar para encarrilar un triunfo que no pudo celebrar hasta el pitido final. El balón, la iniciativa y las mejores ocasiones -además de un derribo de Paños a Erika en el área que el árbitro no vio- fueron suyas en la primera parte que, sin embargo, llegó a su fin con el marcador inmaculado.

Lo solucionó Nekane, que entraba al césped en el descanso para anotar el único gol del partido apenas diez minutos después, al aprovechar un balón repelido por el larguero a disparo de Amaia Olabarrieta. No acabó ahí, ni mucho menos, el partido. Alharilla pudo empatar casi de inmediato en un despiste de las rojiblancas y, algo después, Erika sacaba bajo palos un lanzamiento de esquina. Aunque la propia delantera navarra o de nuevo Nekane también estuvieron cerca de firmar la sentencia. Ninguna lo consiguió y la tranquilidad solo llegó a Lezama con el pitido final del árbitro.

El triunfo permite al Athletic mantener su renta sobre sus dos rivales, que tampoco aflojan. A cuatro puntos sigue el Atlético tras golear a Lagunak (6-1) y a cinco el Barcelona, que se impuso en Valencia (0-3).