Es Zan Tabak el que habla. «Jugamos un mal partido, con 21 pérdidas, muchas de ellas por no tener paciencia para ejecutar los sistemas, y también permitimos demasiados tiros en defensa. En total, que no estamos jugando como un equipo y volvemos a los problemas del principio de temporada».

Debía ser contra el Obradoiro. Los gasteiztarras se descompusieron de mala manera ante el conjunto gallego, que volvió a buscarle las cosquillas y se permitió una victoria más que clara. Tras el parcial de 27-22 del segundo cuarto, los de Moncho Fernández, con buenos minutos del base iruindarra Iñaki Sanz, mostraron una cohesión bastante mayor que el Baskonia, que se fue perdiendo en el marasmo a base de arrancadas individuales sin consistencia.

«Hemos hecho la guerra por nuestra cuenta cuando las cosas se han torcido», añadía Fernando San Emeterio. El capitán baskonista estuvo superadísimo por Corbacho, y no podía sino mostrar su disgusto tras una derrota que ponía fin a una racha de 12 victorias ligueras seguidas.

«Esto es culpa nuestra. Quizá antes tuviéramos excusa, pero ahora tenemos que mirarnos cada uno nuestro ombligo y a partir de ahí, levantar esto», afirmaba, muy contrariado, el alero santanderino.

Siempre incómodos

Los gasteiztarras perdieron todos los cuartos, pero incluso cuando campeaban en el marcador jugaban incómodos. La defensa baskonista dio excesivas facilidades a un Obradoiro que, pese a la baja de Andrés Rodríguez, supo mover el balón con mayor criterio y, con acierto o sin él, siempre supo cómo hacerle daño a su rival. Parecía mentira que el cuadro galaico fuera un equipo que sumaba cuatro derrotas seguidas.

Por contra, en el Baskonia solo destacaron los puntos de Nemanja Bjelica y Lampe, y un arranque a la desesperada de Nocioni cuando el partido se descosía en el último período.

Vuelta a la casilla de salida. Otra vez toca reflexionar, y rápido, que el viernes se juega un importante partido de Euroliga en la cancha del Olympiacos.