El proyecto Banca Ética Fiare, que en Hego Euskal Herria suma alrededor de 1.400 suscriptores, prepara su implantación como banco convencional en el que ofrecer servicios como cuentas corrientes, tarjetas y banca por internet. Así lo señalaron ayer Jesús Blanco y Ana Palacios, dos de sus responsables en Nafarroa, donde en 2012 Fiare otorgó cinco créditos para financiar proyectos de base social.

El proyecto comenzó su andadura en Nafarroa en 2005 y hoy opera como una cooperativa, donde con una cuota de entrada mínima de 300 euros, trabaja por canalizar el ahorro hacia el apoyo, mediante el crédito, de proyectos de valor social.

A nivel estatal gestiona unos depósitos de más de 30 millones de euros y ha hecho préstamos de más de 26 millones, mientras que en Nafarroa, a 31 de enero de 2013 había recogido 556.412 euros de capital y contaba con 372 personas físicas suscriptoras, además de 29 entidades y cinco ayuntamientos.

Sobre la filosofía de Fiare, Blanco subrayó que «no se trata de un grupo de amigos», sino de un banco con licencia bancaria propia, registrado en el Banco de España y en el de Italia, y cuya base difiere de la banca habitual en que «se crea para que la ética y no el tema económico sea el centro».

Función social verdadera

En referencia a una pregunta sobre la situación de Caja Navarra, Blanco sostuvo que la aparición de Fiare no hubiera sido necesaria si este proyecto con base social ya existiera. En este sentido, destacó que, hasta ahora, los socios de Fiare eran personas comprometidas con los principio del proyecto, aunque ahora también hay «gente quemada» con los bancos.

También puso en valor otro de los aspectos del proyecto, y es que, a diferencia de la banca convencional, la inversión se dedica al desarrollo. «Fiare da créditos a la producción, a la economía real» -afirmó- y no a la «especulación financiera», como en su opinión hacen el resto de los bancos.

Así, según explicó Ana Palacios, a la hora de conceder créditos se valora tanto la viabilidad financiera del proyecto como su viabilidad ética, de forma que «si un proyecto es viable financiera pero no éticamente, no se le da el crédito», explicó.

De cara al futuro más cercano, Banca Ética Fiare trabaja en su implantación como banco convencional en el que los suscriptores puedan operar con cuentas corrientes y tarjetas de crédito.