El Ibex dio un nuevo paso atrás, aunque pudo sostenerse por encima de los 8.100 puntos. La sesión no contó con la referencia de Nueva York, que permaneció cerrada por celebrarse el Día del Presidente. Así las cosas, la evolución de Ibex estuvo marcada por los altibajos y una presión de las ventas debida al aumento de la prima de riesgo, de nuevo sobre los 360 puntos. También pasaron factura las dudas respecto a la presencia de compañías españolas en Bolivia, después de la expropiación de una filial de Abertis y Aena. En Europa, el ánimo llegaba desde Alemania, donde el Bundesbank auguraba un recuperación del crecimiento en el primer trimestre, tras la caída del 0,6% en el cuatro trimestre de 2012. Este aviso rebajaba el temor a un parón profundo en el conjunto de la eurozona. El Ibex se dejó un 0,51%, hasta los 8.108,90 puntos. El signo fue diferente en Fráncfort (+0,46%) y París (+0,18%), pero no en Londres (-0,16%). Dentro del Ibex, se prestó atención al comportamiento de Abertis (-1,40%), tras la expropiación de su filial Sabsa en Bolivia, donde administraba tres aeropuertos. Los peores fueron FCC y BME, al caer más de un 2%, mientras que IAG bajó un 1,52% en el primer día de huelga de sus empleados contra el recorte de plantilla. Entre los pesos pesados, solo Repsol (+0,46%) finalizó en verde. Inditex y Telefónica, que cedieron más de un 1%, se llevaron la peor parte. Al alza, destacaron Bankinter y Acciona, con subidas superiores al 1%. En París, Saint Gobain (+2,02%) y Unibail (+2%) lideraron las ganancias. Las acciones de Bouygues (-2,74%) registraron el peor balance.