Manifestación el 16-M en Bilbo por un nuevo modelo social y económico
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE, Hiru, CGT-LKN y CNT y 55 grupos sociales de Hego Euskal Herria han convocado una manifestación en Bilbo para el día 16 de marzo. Saldrá a las 17:30 de la plaza Sagrado Corazón para demandar «un nuevo modelo social y económico». Jabi Garnika, de LAB, pidió a Gasteiz e Iruñea que no sigan los recortes de Madrid y Adolfo Muñoz, de ELA, reclamó la movilización para cambiar esas políticas.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Un año después, la mayoría sindical y social de Hego Euskal Herria volverá a ocupar las calles de Bilbo. Será el 16 de marzo a las 17:30 desde la plaza Sagrado Corazón en demanda de «un nuevo modelo social y económico». Esa es la alternativa que manejan en contra de los gobiernos que «solo apuestan por los recortes y la austeridad».
Como explicaron ayer, «los datos y la realidad han demostrado que las políticas de recortes no nos están sacando de la crisis, más bien, todo lo contrario, lo que se quiere lograr es aniquilar los derechos conseguidos, tras largos años de lucha».
El secretario adjunto de LAB, Jabi Garnika, reclamó a los gobiernos de Iñigo Urkullu y Yolanda Barcina que «realicen políticas sociales y laborales propias» y les espetó que «no pueden estar siempre escudándose en las decisiones de Madrid. Porque al único mandato al que deben someterse es al de la sociedad que se ha pronunciado en contra de los recortes sociales y laborales».
Garnika explicó que el próximo 12 de marzo el Gobierno de Gasteiz, en manos del PNV, presentará los presupuestos que «contarán con el rechazo sindical y de los colectivos sociales, porque Ajuria Enea ha cambiado de inquilino, pero juegan a lo mismo: más recortes sociales».
El representante de LAB dejó claro que los derechos sociales y laborales son «líneas rojas que no se pueden traspasar», por lo que rechazó «los cambios de cromos» que está manejando el lehendakari Urkullu.
Jabi Garnika exigió ante la actual situación de crisis que se necesitan «unos presupuestos sociales, porque es lo que demanda la mayoría». Le anticipó que «si necesita recortar, que lo haga en privilegios que tienen unos pocos; en evitar obras faraónicas como el TAV; o en la entrega de dinero público a tapar agujeros de la banca, como llevan haciendo desde 2009». Criticó a la patronal vasca porque, tras diagnosticar que «será un año duro 2013», exigió «medidas de estímulo que solo generarían más problemas para el conjunto de la sociedad».
El representante de LAB dijo que «Urkullu, Barcina y Rajoy centran sus presupuestos en la austeridad, diciéndonos que hay dificultades para recaudar». Por lo que Garnika añadió que «sí hay dinero, lo que no hay es voluntad política de repartir la riqueza de forma equitativa con una política fiscal progresiva y justa. No quieren meter la mano en el bolsillo de las rentas altas y de las empresas ni tienen voluntad de terminar con el fraude fiscal».
Terminó diciendo que en Euskal Herria hay «una alternativa que pasa por un modelo social y económico basado en el reparto de la riqueza y del trabajo. Hay que poner la economía al servicio de las personas».
Adolfo Muñoz, Txiki, secretario general de ELA, destacó la necesidad de la movilización social «porque es la única manera de parar esas políticas de recortes, es decir, que se asusten si ven mucha gente en la calle» y dijo que «el debate fundamental y central es el de la fiscalidad», porque dependiendo cómo se establezca los ingresos de las arcas públicas habrá una mayor y mejor disposición de fondos económicos.
Para el líder de ELA «los gobernantes dan por bueno el nuevo negocio de la deuda pública y aceptan el pago prioritario de 38.000 millones a los especuladores en el Estado español, mientras se oponen a las demandas sociales».
En este sentido, acusó a Iñigo Urkullu y Yolanda Barcina de «copiar y pegar» las medidas de recortes de Madrid, pero advirtió que «esta agenda trae más paro y pobreza». ELA entiende que esa posición de aceptación a los planes del Gobierno español del PP es parte del «neocentralismo» y dijo que «una reducicón de 1.200 millones en el presupuesto de Urkullu para 2013 traerá paro y pobreza».
Muñoz dijo que hay alternativa, como ya se había planteado por Jabi Garnika y las dos portavoces de las centrales y colectivos sociales. Añadió que ante «la política injusta, solo nos queda la desobediencia en defensa del empleo, de los salarios, de los público, en contra de las privatizaciones, en defensa de las prestaciones sociales».
El representante de ELA dejó claro que el «debate central» pasa por la fiscalidad. «El PP tiene tipos fiscales y progresivos más altos que las haciendas vascas», dijo. Ante las críticas que está recibiendo una modificación de las reglas impositivas, Muñoz explicó que «es mentira que una política fiscal más progresiva que grave y persiga el fraude traiga consigo el detrimento de la economía real, todo lo contrario. Si fuera así, Suecia no tendría empresas, se habrían ido a Camerún, por ejemplo».
Quince medidas
En el documento, la mayoría sindical y social de Hego Euskal Herria solicita quince medidas claras para evitar «más daño a la gran mayoría de la población». Van desde el rechazo a los recortes «porque nos llevan al desastre social», a exigir que las instituciones de Hego Euskal Herria no sigan los pasos impuestos desde Madrid en sanidad, educación o la elevación de 35 a 37,5 horas de jornada.
Piden políticas de igualdad de oportunidades, de conciliaicón de la vida laboral y personal y reparto del trabajo productivo y reproductivo. Exigen aumento de las partidas de gasto social, normalización del euskera, garantías de protección económica a los desempleados, y otra política fiscal, entre otras.
Luis Miguel Sousa, 39 años, denunció ayer con el apoyo de la Plataforma contra la Exclusión Social y por los Derechos Sociales Berri-Otxoak, que «el día 28 de este mes nos echan a la calle del polideportivo de Lasesarre, donde estamos acogidos para pasar las noches», aunque denunció que están hacinados y en pésimas condiciones: «Dormimos en colchonetas, pero si llegas tarde tienes que hacerlo en el suelo. No hay manera de limpiar la ropa y nos dan un bote de jabón para 20 personas».
Sousa aseguró a GARA que estuvo trabajando cinco años y medio en la Construcción, pero se quedó en paro. Fue autónomo, también, pero «me quedé en la calle». «Ha tenido diez contratos de trabajo y el último a tiempo parcial», por lo que con el fondo del Plan Prepara «me dan 213 euros, la mitad, a pesar de que había trabajado. Me dicen que no tengo derecho, porque, además, me borré de los cursillos, porque no puedo hacerlos». Luis Miguel Sousa dijo que «nos obligan a mendigar, a sobrevivir. Es humillante». Recuerda que vivía con un amigo, pero tuvo que acudir al polideportivo. Berri-Otxoak denunció que el Ayuntamiento de Barakaldo no cumple la ley, porque no tiene un albergue adecuado, «pero ha masificado Lasesarre con 27 personas a las que hace marcharse a las 6.15 de la mañana. Es vergonzoso». J. B.
Mario Fernández achacó a las autoridades internacionales las dificultades para proseguir con la Obra Social, al señalar que «en otros ámbitos, como la Troika, la Obra Social les preocupa lo mismo que un accidente de bici en Moscú».
