El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, durante su comparecencia ayer ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, se mostró partidario de afrontar el proceso de consolidación fiscal mediante recortes de gastos, en lugar de incrementos de impuestos, lo que, a su juicio, puede contribuir a mitigar el impacto de la consolidación. En este contexto, el presidente del BCE afirmó que la debilidad económica de la zona euro prevalecerá durante el primer tramo de 2013 y que la recuperación se empezará a notar más adelante, aunque será muy gradual, respaldada por la política monetaria acomodaticia de la institución, la mejora de la confianza en los mercados financieros y el paulatino fortalecimiento de la demanda global.