PNV, PSE y PP dejan en manos de Madrid la moratoria sobre desahucios
Las abstenciones del PSE y del PP en las Juntas Generales de Bizkaia han permitido que el PNV saque adelante la proposición no de norma para que se establezca una moratoria descafeinada contra los desahucios, porque no los erradica, como Euskal Herria Bildu pretendía. El PNV intentó aplazar el debate para alcanzar una declaración institucional, a pesar de que estas iniciativas se registraron en enero en la cámara normativa vizcaina.
Juanjo BASTERRA | BILBO
El pleno de Juntas Generales de Bizkaia en Gernika aprobó la iniciativa sobre los desahucios del PNV, con la abstención de PSE y PP, y el voto en contra de EH Bildu. Solo tiene un valor testimonial, porque no adopta ninguna decisión ejecutiva. Traslada al Gobierno español la responsabilidad de modificar la legislación y de establecer una moratoria contra los desalojos a la fuerza de muchas familias.
En concreto, entre 2008 y setiembre de 2012, 12.076 familias se quedaron sin hogar en Hego Euskal Herria, de ellas 5.976 fueron de Bizkaia. Solo EH Bildu se pronunció de forma directa para «detener los desahucios de forma indefinida» y «hacer responsables directos a las entidades financieras».
En este caso, la portavoz de EH Bildu, Irune Soto, preguntó al PNV «si va a hablar con Mario Fernández, presidente de Kutxabank, para que pare los desahucios» y agradeció «la labor que los agentes sociales» están realizando ante este «grave problema social». Expresó la voluntad de negociar de la coalición soberanista, pero añadió que «solo mediante la soberanía política y económica se pueden adoptar medidas reales desde Euskal Herria frente a los desahucios».
Testimonial
La iniciativa del PNV aprobada no sirve para frenar los desahucios. Marta Uriarte, portavoz de Stop Desahucios Bizkaia, reconoció que la propuesta «se ha quedado muy corta» y lamentó que «no se hubiera aprovechado la oportunidad para haber dado más pasos». Siguió el debate desde la tribuna de invitados y lamentó, por otro lado, la postura del PP, «porque nos dice que la modificación que hizo el Gobierno español en noviembre es suficiente. Sabe que es incierto», añadió.
La propuesta del PNV también insta a las entidades financieras a alcanzar acuerdos «que eviten la ejecución, la eliminación de las cláusulas abusivas en especial los intereses de demora y a reconocer la corresponsabilidad de las entidades financieras, elevando el porcentaje mínimo de adjudicación de los pisos por parte de las entidades financieras, que actualmente está en un máximo del 60%». Y pide al Ejecutivo de Gasteiz que impulse el servicio de mediación, que ha sido un fracaso.
Durante el debate quedó clara la postura de cada grupo. Josu Arteta, del PNV, trató de demorar el debate, porque su iniciativa no toma cartas en el asunto, sino que traslada la responsabilidad al Gobierno español. Iñaki Egaña, del PSE, se puso del lado del PNV con lo que se da continuidad al problema de los desahucios a la espera de que el Congreso español adopte o no la Iniciativa Legislativa Popular.
La juntera del Partido Popular Esther Martínez desveló también el sentido de su abstención porque la decisión adoptada en Gernika deja en manos de la mayoría absoluta de su partido una decisión al respecto y, a la vez, porque el PNV acordó con el PP la disposición de 80 viviendas de titularidad pública para los desalojados.
El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, valoró ayer que la frase del presidente de Kutxabank, Mario Fernández, quien dijo antes de ayer que la nueva ley hipotecaria no puede convertirse en «una invitación a no pagar», «sonó mal, sonó a falta de sensibilidad con las personas en riesgo de desahucio».
En declaraciones a Onda Cero, Calparsoro fue preguntado por la declaración del presidente de Kutxabank, tras entrevistarse con el lehendakari Iñigo Urkullu. Para el fiscal, «la frase no es la más sensible a la situación de los ciudadanos». Para Calparsoro, lo que quiso decir Fernández «es que los que tenemos deudas hipotecarias, entre los que me incluyo, que las paguen, pero sonó mal, a falta de sensibilidad con las personas en situación de más riesgo, que antes tenían trabajo o que ahora están en el paro, por unas circunstancias sobrevenidas de las que ellos no son responsables, y con los que hay que tener más empatía».
El presidente de Kutxabank insistió ante el tema de los desahucios que habrá «personas que son deudores de buena fe, que simplemente han perdido el trabajo», para las que se les debe buscar solución». Y dijo que con el 92,7% de los casos de impago, Kutxabank llega a una solución. Sin embargo, el presidente de Kutxabank apuntó, que es lo que generó la crítica del fiscal jefe Calparsoro, «lo que no se puede es convertir la nueva legislación en una invitación a no pagar». A su juicio, se puede llegar a «un acuerdo razonable en un momento en el que en el Congreso español debate sobre el proyecto de Ley y la iniciativa popular acerca de esta cuestión». GARA