Morales sale al paso de las críticas de Madrid por la última nacionalización
El presidente de Bolivia, Evo Morales, lamentó la reacción del Gobierno español a la nacionalización de la empresa aeroportuaria Sabsa, filial de Abertis y Aena, al tiempo que advirtió que «si no es con el Gobierno, mantendrá relaciones con los movimientos sociales».
GARA | LA PAZ
En una rueda de prensa celebrada en el Palacio de Gobierno, en La Paz, el presidente boliviano, Evo Morales, lamentó el anuncio del Gobierno español de replantearse «el conjunto de las relaciones bilaterales».
«No escuché decir que hubiera problemas en las relaciones bilaterales, es su derecho y lo vamos a respetar. Bolivia va a tener relaciones con todo el mundo. Si no es con el Gobierno español, tendremos relaciones con los movimientos sociales de España», remarcó.
Dejó claro que no se disculpará «por reclamar una empresa que roba, que saquea a un país. Realmente nos daría miedo defenderla». Reveló que su Gobierno ya pensó en nacionalizar Sabsa hace tres años a causa de su falta de inversión en Bolivia, pero que el entonces presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, apeló a su «buena voluntad» para iniciar negociaciones con la empresa.
«Nos sentimos estafados. Creímos que (Rodríguez) Zapatero iba a convencer a Abertis y Aena para que invirtieran, pero no ha sido así», subrayó,
Precisó que Abertis y Aena pagaron 2.823 euros por la gestión de los aeropuertos internacionales de El Alto, Santa Cruz y Cochabamba y que, desde entonces, han obtenido un beneficio de 15,4 millones de euros «sin realizar ninguna inversión, solo mantenimiento».
Morales, que se mostró dispuesto a resarcir a ambas empresas si así corresponde, resaltó que tanto el Estado español como algunos países europeos «aún tienen que resarcir los daños causados en toda Latinoamérica, si hablamos desde un punto de vista indígena». Desde que llegó al Gobierno en 2006, ha nacionalizado una veintena de empresas de distintos sectores, principalmente el energético, que estaban en manos de compañías extranjeras.
Las nacionalizaciones comenzaron, según el recuento publicado por la agencia oficial ABI, en mayo de 2006, cuando Morales decretó la nacionalización de los hidrocarburos, que concluyó con la gradual recuperación de las subsidiarias de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
En octubre de ese año, inició la nacionalización del sector minero, con la expropiación de la mina de estaño Huanuni, en Oruro, tras un enfrentamiento entre mineros de la zona.
En enero de 2007, decidió rescindir el contrato con Aguas del Illimani, en manos de la francesa Lyonnaise des Eaux, mientras en 2008 el Estado se hizo con la telefónica ENTEL, en manos de la italiana Euro Telecom y con la totalidad de la Compañía Logística de Hidrocarburos Boliviana, bajo el dominio de inversores alemanes y peruanos. También recuperó la mayoría de las acciones de las petroleras Chaco, Andina y Transredes, filiales de Repsol YPF, British Petroleum y Ahsmore.
En mayo de 2009, adquirió el paquete de acciones de AIR BP Bolivia, filial de la británica BP, y un año después se inició el proceso de nacionalización del sector eléctrico.
En setiembre de 2010, Morales anunció la recuperación del 33,34% de las acciones que poseía la Sociedad Boliviana del Cemento en la Fábrica Nacional del Cemento. El 1 de mayo de 2012, nacionalizó la Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica Española, por sus bajas inversiones.
Abertis cifró en unos 67,6 millones de euros al cambio actual la «justa compensación» por la nacionalizacón de su filial aeroportuaria Sabsa, por la que Madrid convocó ayer a la embajadora de Bolivia para expresarle su protesta.