Representantes de LAB en servicios públicos presentaron ayer en Bilbo las peticiones que van a trasladar mañana a la Mesa General de la Función Pública de la Administración autonómica. Itxaso Ortega y Galder Sierra se mostraron preocupados por la actitud del nuevo Gobierno del PNV. «No prevemos nada bueno. Los presupuestos de este año contarán con 1.200 millones menos y sabemos que van a recortar en todos los departamentos, también en los estratégicos como Sanidad y Educación», expresó Ortega, a lo que añadió Sierra que «todo lo que conocemos es por los medios de comunicación, no nos han pasado nada de forma previa».

LAB fija como principal reivindicación de cara a la constitución de esa mesa de negociación «que se respete una negociación con garantías» y pedirán que «se respete nuestro marco de negociación colectiva», al contrario de lo que hizo el Gobierno del PSE, como denunció la representante de LAB. «No solo queremos una declaración institucional, sino pasos concretos y prácticos, tomando medidas para la no aplicación de los diferentes decretos impuestos desde Madrid en los últimos meses». En este sentido, destacaron el tema de la jornada laboral, para que se mantengan las 35 horas; cubrir sustituciones y mantener los contratos de relevo; acordar ofertas públicas de empleo para crear nuevo empleo y consolidar el existente; no aplicar las consecuencias de la reforma laboral a los contratados laborales; y recuperar el 20% del poder adquisitivo perdido en los últimos años.

Para LAB, como explicó la representante de Irakaskuntza, «no va a ser suficiente mantener la situación de 2010». Por ello, demandan un «plan integral para desarrollar los servicios públicos, que garanticen, ahora más que nunca, los derechos sociales de la ciudadanía, protegiéndolos e impulsándolos». Ante esto, la central sindical pondrá encima de la mesa la creación de un plan de empleo público para «ampliar la oferta y la calidad de los servicios públicos». Porque «hay que recomponer el sistema de servicios públicos».

Itxaso Ortega afirmó que «no aceptaremos nuevas privatizaciones» y vemos la necesidad de devolver «de forma gradual los servicios ya privatizados». Piden una actitud «participativa y no oscura» y el impulso de la normalización del euskera.