El número de periodistas vascos en paro creció un 111% en 2012, hasta los 1.583
Corren malos tiempos para el periodismo, que en la CAV perdió 1.583 empleos en 2012, lo que supone un 111% más que en 2011, y un 559% desde 2008. La Asociación Vasca de Periodistas alerta, además, de que en lo que va de 2013 se han registrado nuevas pérdidas de empleo.
GARA | DONOSTIA
La Asociación Vasca de Periodistas-Euskal Kazetarien Elkartea hizo pública ayer su preocupación por la situación que atraviesa el sector ante la «continua destrucción de puestos de trabajo». Según el último «Informe anual de la profesión periodística 2012», el número de periodistas desempleados en el periodo 2011-2012 creció un 111% en la CAV, y un 559% desde 2008.
El estudio muestra una comparativa relevante. En 2008, la cifra de periodistas vascos sin trabajo registrados por el Servicio Público de Empleo Estatal se situaba en 283 personas. En 2012, esa cifra creció hasta los 1.583 desempleados.
El informe constata, asimismo, que en los últimos años se han sucedido expedientes de regulación de empleo en el sector periodístico, llegando en algunos casos al cierre de cabeceras completas. Este hecho ha tenido especial incidencia en las televisiones locales y periódicos gratuitos.
De cara a este año, la asociación destaca que en las primeras semanas de 2013 han traído el anuncio de nuevos cierres y recortes en diversos medios de comunicación.
Merma de la calidad
Además de las consecuencias directas en los periodistas que han perdido su empleo, incide en que también afecta a los que lo conservan, ya que ven mermadas sus condiciones laborales y «se ven obligados a duplicar esfuerzos para mantener un producto informativo de calidad».
La Asociación aboga por mantener unos medios de comunicación «fuertes y activos», especialmente en los «tiempos convulsos» que vive la sociedad ante «problemas vinculados a la economía, el desempleo, los desahucios, la corrupción y los recortes».
La asociación de periodistas pide el apoyo de la sociedad y las instituciones para evitar «una hecatombe profesional que termine con unas estructuras informativas imprescindibles».