El primer ministro tunecino anuncia su dimisión en plena crisis política
GARA | TÚNEZ
El primer ministro tunecino, Hamad Jebali, anunció ayer su dimisión tras fracasar en su tentativa de formar un gobierno de tecnócratas en plena crisis política.
«Prometí y aseguré que en caso de fracasar en mi iniciativa dimitiría de la presidencia del gobierno y es lo que acabo de hacer», anunció en una retransmisión en directo en televisión tras haberse reunido con el jefe del Estado, Moncef Marzouki.
«Hay una gran decepción. Nuestro pueblo está decepcionado con la clase política», señaló, para añadir no obstante que «el fracaso de mi iniciativa no es el fracaso de Túnez ni de la revolución».
Antes de reunirse con el presidente de la República, el primer ministro dimisionario realizó consultas con la patronal tunecina, Utica, y con la confederación sindical UGTT.
El resultado de la reunión el lunes de la quincena de partidos políticos ya auguraba escaso futuro a su propuesta. Aunque todos se mostraron de acuerdo con un gobierno mixto entre políticos y tecnócratas, la fractura seguía siendo profunda. Algunos partidos de la oposición exigían al grupo mayoritario, los islamistas de Ennahda, que los ministerios de fuerza fueran confiados a tecnócratas.
Y para más inri, el partido del presidente Marzouki, el laico y panárabe Congreso para la República, quedó al borde de la implosión con la dimisión de varios diputados y el anuncio de sus tres ministros de que no estaban dispuestos a seguir trabajando con el primer ministro. «No participaremos en ningún gobierno con Jebali. Nuestra experiencia con él ha sido concluyente», señaló el ministro de Empleo, Abdelwahab Maater. La puntilla para un primer ministro que no contaba con el apoyo de su propio partido, Ennahda, quien desautorizó su pretensión de liderar un gobierno tecnócrata tras el atentado contra el opositor de izquierda Chukri Belaid.