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La desaparición de Caja Navarra

Goñi niega las irregularidades en la CAN y asegura que «todavía existe»

El último director de Caja Navarra protagonizó una sesión maratoniana en el Parlamento, donde defendió que la CAN existe y no admitió un solo error en su gestión. Según Enrique Goñi, la caja seguirá activa porque podrá conservar parte de la obra social con dividendos de las acciones de Caixabank. El banquero, que está siendo investigado por nueve delitos, sostiene que no hubo irregularidades durante su gestión.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

Tras diez años de mutismo, el exdirector de Caja Navarra Enrique Goñi acudió al Parlamento para explicar el final del principal instrumento financiero de Nafarroa. Goñi intentó descuadrar a los parlamentarios, proclamando que «la caja existe» y asegurando que tiene un «próspero futuro por delante». El último director de CAN no asumió ni irregularidades ni errores durante su gestión y se presentó siempre como una víctima de la crisis financiera y de los cambios regulatorios.

La sesión de trabajo fue maratoniana, como pocas se recuerdan en la Cámara navarra. Muchos datos para asimilar en un día y buena parte de ellos o conocidos o de palabra, sin apenas revelaciones que den un paso adelante para esclarecer qué es lo ocurrido en la entidad financiera. La sesión arrancó puntual a las nueve de la mañana y, después de dos intervenciones de Goñi de tres horas cada una, la sesión se alargó más allá de las 22.25 horas. Mucha paja para poco grano. Hasta UPN admitió que «toda la información ha aparecido ya en la prensa». Aun así, los parlamentarios de la oposición habían hechos sus deberes y lanzaron una batería de preguntas sumamente concretas y concisas. Tan solo entre Bildu y Aralar-NaBai le presentaron 210. Tanto I-E, como Geroa Bai y un desconocido PP, también estuvieron muy críticos.

El argumento que empleó Goñi para sostener que la caja aún permanece en Nafarroa es que la obra social aún continúa, aunque ahora se extraiga de los dividendos del 1,204% de las acciones de Caixabank que tiene en cartera. Esto fue rebatido por toda la oposición, que le preguntó «¿entonces dónde está la oficina para que yo pueda llevar la nómina?» y «¿dónde está su ficha bancaria». Frente a la afirmación de Goñi de que la obra social era «la raíz y razón de ser de la caja», los grupos le recordaron que el principal objetivo de la entidad era financiar la economía navarra y que la obra social resulta secundaria leyéndolo de los estatutos de la caja. Pese a carecer de esa ficha bancaria, el exdirector insistió machaconamente en que es «la octava caja de España por activos».

Plan de prejubilaciones

Goñi se saltó el grueso de las preguntas. Para ello, afirmó lo siguiente: «Si no contesto es porque no puedo contestar con rigor, porque no lo sé o porque no tengo los datos». En un momento dado, esgrimió un grueso block diciendo «estas son las actas de la Junta de Entidades Fundadoras». Maiorga Ramírez, de Bildu, le solicitó que se las entregara. Pero el exdirector se negó, alegando que pertenecen a la caja. Txentxo Jiménez, de Aralar-NaBai, también le demandó esas actas. «¿Por qué tiene usted derecho a tenerlas y los parlamentarios no? Usted ya no trabaja en la CAN», dijo.

Goñi sí entró al debate de la oficina de Washington que la caja jamás llegó a abrir, sosteniendo que fue una buena inversión bajo el argumento de que estuvieron a punto de conseguir la licencia. También discutió con la oposición sobre el plan de prejubilaciones (la caja prejubiló a cientos de cargos medios de la caja en una etapa en la que seguía contratando gente y durante la que se amplió la plantilla), justificando también su actuación sobre la base de que necesitaba trabajadores que vivieran en las nuevas zonas donde se implantaba la caja durante su proceso de expansión. Goñi insiste en achacar varias de estas prejubilaciones al gestor anterior de la entidad, Lorenzo Riezu. El coste medio de cada prejubilación fue de 300.000 euros, según Goñi. Otros informes elevan esta cifra hasta el medio millón. El exdirector rectificó posteriormente y aseguró que «no sabe» el coste exacto de estas prejubilaciones.

Otro de los temas que más debate suscitó fue el plan de expansión. Goñi lamentó que se «tuviera» que hacer tan tarde. Además, el exdirector sostiene que no tuvo ningún impacto en la solvencia de la entidad navarra, pese al coste que supuso debido a la enorme inversión realizada. Según dijo, el coste de la ampliación no se puede calcular, porque muchas oficinas siguen activas y generando beneficios y pérdidas. Caja Navarra inició un proceso de expansión sumamente agresivo cuando la burbuja inmobiliaria estaba en su punto álgido (2006-2008) y lo hizo adquiriendo locales. Toda la oposición le preguntó por el coste de esas oficinas, pero ese dato no lo quiso dar. Goñi aseguró que estaba obligado a expandirse utilizando la parábola de los talentos, diciendo que había que invertir para ampliar el negocio y no enterrarlo. Cuando llegó al cargo, la CAN tenía el 88% de sus oficinas en Nafarroa y él duplicó el número de sucursales para operar en nuevas zonas.

En cuanto a los viajes a los que la CAN invitó a grandes empresarios navarros, Goñi los calificó como «la mejor inversión en banca de empresas», realizada en su etapa de gestión. No aportó los costes de cada uno de esos viajes (que aseguró que fueron cinco) pero dijo que se amortizaban casi de forma inmediata, en cinco meses.

En general, Goñi no admitió un solo error en su gestión. Pero, de forma un tanto llamativa, aceptó de buen grado las tibias críticas que le lanzó Roberto Jiménez, el líder del PSN, que a la postre es quien tiene la llave para la creación de una comisión de investigación, en la que Goñi estaría obligado a responder, una por una, todas las preguntas que le realicen los parlamentarios y, además, bajo la obligatoriedad de decir la verdad o, de lo contrario, ser denunciado por perjurio. Fue a Jiménez a quien admitió «errores operativos» en su gestión, pero siempre vistos retroactivamente. Es decir, justificando esos errores en el desconocimiento de que la evolución de la economía iba a ser tan mala y en que, quienes erraron, fueron organismos reguladores como el FMI. Aun así, Goñi dijo que no fueron errores de calado.

A su juicio, la salida a bolsa que ahora investiga la Audiencia Nacional «fue un éxito absoluto», pese a que no duró ni un año cotizando. La pérdida que han sufrido los accionistas (tras la adquisición por Caixabank) está en torno a la cuarta parte de lo invertido, pero como otros bancos han tenido una deriva peor, el artífice de la salida a bolsa lo ve como algo positivo.

El PSN se siente satisfecho

Los guiños hacia el líder del PSN fueron constantes, con gestos como «comparto su opinión» o «yo lamento como usted los despidos que han desgarrado a familias». En su intervención final, Jiménez dijo a Goñi que «ha tenido mala suerte, porque lo que hay aquí detrás es un interés político y usted ha estado en medio». Pese a ello, el PSN no se moja todavía y decidira si pide la comisión investigadora cuando tengan tiempo de analizar los datos.

En su última intervención, Jiménez aseguró que Goñi había respondido a casi todas sus cuestiones y que estaban satisfechos con las explicaciones obtenidas. A esto hay que añadir que, el pasado fin de semana, la Ejecutiva del PSN impidió que el Comité Regional del partido votara una resolución impulsada por los críticos solicitando la comisión de investigación.

Las evasivas de Goñi a las preguntas más concretas fueron constantes. El exdirector se agarró a que ya no forma parte de la caja ni de Caixabank, para asegurar que no cuenta ya con los datos que se le precisaban. Sin embargo, cuando se le requirieron datos que sí tiene en su poder, como los relativos a cuánto cobró como director y cuántos directivos cobraban más de 200.000 euros, Goñi se negó a contestar. «Ya está publicado», dijo, sin mencionar dónde aparece su nómina.

Goñi se mostró descontento con la actitud de las fuerzas favorables a la comisión de investigación. «No entiendo esto y creo que mucha gente con sentido común tampoco. No le llamen fracaso a esto. En todo caso, hemos fracasado todos, porque tenían responsabilidades de inspección», señaló Goñi. Posteriormente, el exdirector admitió que pese a los vaivenes que sufrió la entidad, nunca fue inspeccionada por el Gobierno de Nafarroa, pero señaló que el motivo de esta falta de celo por parte del Ejecutivo, hay que preguntársela a Barcina. Esa falta de inspecciones está siendo investigada a raíz de la denuncia presentada por Kontuz.

juan cruz alli

El expresidente del Gobierno Juan Cruz Alli apareció ayer en la sesión de trabajo con Enrique Goñi en calidad de asesor del exdirector de CAN. Alli ha sido uno de los políticos que más dinero han recibido de la caja, aunque su papel hasta ahora no ha tenido notoriedad.

ricardo martí fluxá

Supuestamente, el responsable de las retribuciones que recibieron los responsables políticos por participar en los consejos de administración de la Caja, Ricardo Martí Fluxá, iba a acudir a la comparecencia. Así lo anunció Goñi por la mañana, pero al final, no vino.

obras de arte

Bildu solicitó a Goñi que explicara dónde se encuentra ahora la colección de obras de arte de CAN. Según Maiorga Ramírez, faltan de localizar unas 200 obras de la colección. Goñi admitió que entregó por error una Biblia a Banca Cívica, pero que fue recuperada sin coste

La Permanente de la JEF funcionó más tiempo de lo sabido

Una de las pocas novedades que aportó Enrique Goñi ayer tiene relación con el órgano opaco por el que cobraron dietas Yolanda Barcina, Miguel Sanz, Álvaro Miranda y Enrique Maya, conocido hasta ahora como Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras. Según explicó Goñi, este órgano tiene un anclaje dentro de los estatutos de la entidad y, para ello, hizo lectura de un acta de la Junta de Entidades Fundadoras, en el que, supuestamente, se hacía referencia a la Permanente. Sin embargo, en ese acta se habla de una «comisión de reporte». Goñi aseguró que esa «comisión de reporte» se convirtió después en la Permanente. Este es un tema que ya ha sido judicializado a través de la denuncia de Kontuz. La Permanente era un organismo del que ni siquiera tenían conocimiento el resto de miembros de la Junta de Entidades Fundadoras (un organismo consultivo donde tenían representación miembros electos del Gobierno navarro y los principales ayuntamientos de la comunidad, que son las instituciones que fundan la caja). Por acudir a esas reuniones de la Permanente o de reporte, Sanz, Goñi, Miranda y Maya cobraban unas dietas bastante altas. Sin embargo, el acuerdo para remunerar a los cuatro cargos públicos por acudir a esas reuniones es posterior a los cobros. Es decir, durante casi un año, los cuatro miembros estuvieron percibiendo dietas de forma alegal y serán los tribunales quienes deban decidir si eso es constitutivo de delito. Si la comisión de reporte es el precedente de la Permanente, Barcina podría haber cobrado más dinero de forma irregular durante más tiempo. A.I.

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