XXXIV Copa femenina (Final)
Darly Zoqbi marca la diferencia
Bera Bera gana su tercer título de Copa, tras los de 2007 y 2009, en una disputada final con el Rocasa, decidida en el último minuto.
BERA BERA 25
ROCASA 24
Juan Carlos ELORZA
Reyes Karrere reconocía el jueves que se vieron obligadas a ponerse el «buzo de trabajo» para remontar la complicadísima eliminatoria contra Zuazo, y lo cierto es que no se lo pudieron quitar hasta después de la final de ayer. Bera Bera y Rocasa ofrecieron todo lo que cabía exigir a la final copera: intensidad en el juego, lucha sin cuartel, alternativas en el marcador, calidad en ambas porterías y en muchas acciones, y emoción hasta el final, hasta el último segundo. El gran partido del Rocasa agrandaba aún más el mérito de Bera Bera.
Las donostiarras plantearon su estrategia defensiva con el objetivo principal de anular el juego de Davinia López, labor en que se fueron turnando varias jugadoras, después de que Alba Menéndez sufriera su segunda exclusión en el minuto 13. Eli Pinedo y Rubio tomaron el relevo, intentando siempre mantener a la veterana lateral canaria, líder de este Rocasa, lejos de la línea de 9 metros.
En los primeros minutos Albaladejo aprovechó esta atención para marcar cuatro goles casi seguidos (luego no volvería a marcar), y abrir la primera diferencia en el marcador (2-5). El guión de las dos eliminatorias anteriores parecía repetirse.
Pero Bera Bera no perdió la calma. Con las dos porterías realizando una labor similar, la barrera defensiva cobró protagonismo, y ahí empezó a distinguirse el bloque donostiarra. Sin embargo, ni Eli Pinedo primero, ni Núñez poco después, lograban rentabilizar dos recuperaciones de balón, porque el Rocasa demostraba estar muy atento al balance defensivo.
La actividad de Bera Bera atrás forzaba malos lanzamientos del Rocasa, y en el ataque organizado Arizaga y Menéndez compartían responsabilidades con Eli Pinedo en una labor a largo plazo, reservando a Rubio para momentos más decisivos. Arizaga cuajó una buena primera parte, y el equipo empezó a combinar penetraciones con superioridades por el extremo y pases a pivote. Así se llegó al empate a 7, que dejó paso a un toma y daca posterior hasta el minuto 23 (10-10), mientras la primera línea canaria se desesperaba percutiendo una y otra vez con el muro rival, y Rocasa aguantaba con los goles de su pivote Rodríguez.
De repente, en los siete últimos minutos antes del descanso el Rocasa se vino un poco abajo y Bera Bera le endosó un 4-0 en un abrir y cerrar de ojos, con tres goles de Ederra, que explotó otra vez su gran visión de juego, buscando espacios y acciones de dos contra dos.
Pero Rocasa volvió a la carga tras el descanso, esta vez con María González forzando penaltis con sus penetraciones, que se tradujeron en cuatro goles de Davinia López. En siete minutos la ventaja desaparecía (15-14), Luján cogía el relevo de González, y poco después el Rocasa se ponía por delante (18-19). Con 20-21 y otro final problemático en perspectiva, resurgió la figura de Zoqbi, que con 20-20 paró un penalti a Davinia, con 22-21 otro a Luján, y con 23-22 un tercero a Falcón.
Entonces le llegó el turno a Ziarsolo, que marcó el penalti del 24-22 y, tras la última embestida de González y Falcón, el que hacía el 25-24 definitivo.
Bera Bera conquistó el tercer título de Copa de su historia, y para hacerlo necesitó exprimir hasta el último de sus recursos físicos, técnicos, tácticos y sicológicos, después de afrontar tres partidos en los que Reyes Karrere se ha visto obligada a echar mano del manual de emergencia, porque sus tres rivales le han puesto las máximas dificultades, impidiendo a su equipo hacer el juego de contraataque que domina tan bien, exigiéndole un nivel de concentración y de entrega que multiplica el mérito de este éxito.
Además, el tercer trofeo «de verdad» para las vitrinas del club donostiarra (la Supercopa no deja de ser un título «de segunda») llegó acompañado de varias buenas noticias, como la confirmación de la inquebrantable confianza en sus capacidades de este equipo -que refuerza su moral para las próximas citas ligueras y europeas-; la solidaridad defensiva sin límite de un grupo donde todas las jugadoras aportan hasta construir una telaraña impenetrable; la influencia tranquilizadora de la inmensa figura de Zoqbi, que en última instancia es capaz de decidir el rumbo de un partido; y el aprendizaje del aprovechamiento más eficaz de los recursos a su alcance cuando le impiden desarrollar su juego habitual o las cosas no salen del todo bien.
La utilización de Eli Pinedo casi de forma exclusiva en la primera línea ha servido para diseñar casi sobre la marcha una nueva variante de juego que pudiera paliar la carencia de lanzamiento de distancia del equipo, la lesión de Cuña o los problemas físicos de Dunay y Rubio, así como la falta de experiencia de jugadoras más jóvenes como Arizaga y Menéndez.
Con Eli Pinedo como lateral-central Matxalen Ziarsolo disfruta de muchos más minutos en cancha, y la ermuarra los ha aprovechado para convertirse en un recurso seguro en el plano goleador. Ayer su aportación fue clave. No solo porque marcó 10 goles -en 11 temporadas y más de 300 partidos en el club solo los había marcado dos veces, y en una semana ha repetido otras dos, primero en Etxebarri y ayer en Porriño-, sino porque se mostró infalible desde los siete metros -seis de seis-, una faceta en la que el equipo donostiarra lleva teniendo problemas toda la temporada.
Y ayer fue fundamental. En el mismo apartado, la remontada del Rocasa se quedó empotrada en la brasileña Zoqbi, que detuvo los tres penaltis que le lanzaron las canarias en los 11 últimos minutos, mientras a Ziarsolo no le temblaba el pulso en los dos que sí convirtió en los dos minutos finales, el último de ellos para establecer el 25-24 definitivo.
Por último, y no menos importante. Para llevarse esta Copa Bera Bera ha tenido que luchar a cara de perro con un correoso Zuazo, primero, y luego contra sus dos principales rivales de esta temporada, con quienes se jugará también el título de Liga. Y, si algo les habrá quedado claro, es hasta qué punto está dispuesto a esforzarse este grupo de jugadoras para convertir en títulos el cartel de favoritas que les ha tocado llevar. De momento, ya tienen la Copa y la Supercopa. J.C.E.
