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«Estamos con él al cien por cien y esperamos que nos siga acompañando», se posicionó De Marcos

10 victorias y 22 derrotas desde la final de Bucarest

Los números del equipo no avalan a Bielsa, mientras algunos empiezan a dudar de su continuidad.

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Joseba VIVANCO

Contaba un socio del Atlas mexicano que logró confratenizar con Marcelo Bielsa durante su corta estancia allí entre los años 1992 y 94 que, «si el resultado del equipo era bueno, el fin de semana salíamos a comer o a cenar; pero si perdíamos era del entrenamiento a la casa y de la casa al entrenamiento. Llamábamos a su mujer y nos decía: `Ya sabés, está debajo de la cama'». Debajo de la cama. Hoy, al menos, si el de Rosario sigue tan hundido tras la última derrota, deberá salir de ahí para ponerse al frente de los suyos en la vuelta a los entrenamientos en Lezama. Tiene una ardua labor por delante esta semana para empezar a reconducir una trayectoria que, si a los números nos atenemos, resulta demoledora para Bielsa y el equipo.

El técnico argentino cumplió cien partidos sentado en el banquillo del Athletic. «Los vascos han sido pacientes. Es una de las características de este pueblo», lo valoró desdramatizando cualquier balance más profundo. Paciencia sí, y más que la del santo Job; o eso, o que la directiva que preside Josu Urrutia tiene claro que esto no se soluciona con el cambio de entrenador, o que por ahora San Mamés no se ha girado hacia el banquillo para focalizar su disgusto.

Porque la pregunta para la que nadie parece tener una respuesta, quién sabe si más allá del propio Bielsa, es que en sus 57 primeros partidos al frente del Athletic, el de Rosario acumuló unos registros de 28 victorias, 16 empates y 13 derrotas, unas cifras más que aceptables. La cuestión es que en los 43 últimos encuentros -es decir, desde la final de Bucarest incluida-, esa tendencia se ha invertido y a día de hoy arroja un saldo tan negativo como el de 10 victorias, 11 empates... ¡y 22 derrotas!

Que el equipo esté a solo dos goles de igualar los 50 en contra de la Liga pasada, cuando aún restan una docena de partidos, entre ellos Barcelona o Real Madrid, es otro de esos datos aun más demoledores. Está claro que los números en cualquier otro equipo, o quién sabe si con otra directiva, no sostendrían a Bielsa ni un día más.

Pero Marcelo es Marcelo. Por un lado habría que saber si él es el problema, cosa que no parece. Algo muy distinto es que no pueda o sepa solucionarlo, algo que hasta él mismo ha reconocido en sus últimas comparecencias. No termina de dar con la tecla. Sigue habiendo margen, es verdad, porque restan partidos y, aunque la situación en la tabla es apurada, también es verdad que se sigue apostando porque no se pasarán más apuros de los necesarios.

La cuestión es que esa idea se sustenta en el siempre peligroso cuento de la lechera, ese que dice que el Athletic ganará sus duelos más `asequibles', entre ellos con algunos de los equipos en descenso, cuestión que también se pensaba justo antes de las Navidades y tras ganar 0-1 en Mallorca. Y si la situación no se revierte, algunos de esos choques ganables a priori pueden ser auténticas finales presa de un nerviosismo y responsabilidad histórica que la mayoría de estos jugadores desconoce.

El argentino tiene crédito, es verdad, aunque las voces que lo ponen en duda empiezan a airearse. Si en los medios de comunicación la continuidad inmediata de Bielsa seguía siendo más o menos tabú, ayer eran ya unos cuantos los que apuntaban directamente en el sentido de que cada vez se estrecha más ese margen de confianza. De momento, son intuiciones, nada de certezas objetivas.

«Eso no tiene por qué afectarnos, estamos con el míster al cien por cien y esperamos que nos siga acompañando», zanjó De Marcos tras el derbi la oportuna pregunta sobre el futuro de su técnico. El viejo Sadar puede ser un punto de inflexión, para bien o para mal.

El doble de ataques que el rival en los últimos tres partidos

Los rojiblancos protagonizaron en el derbi 34 ataques al área defendida por Claudio Bravo, mientras que la Real sumó 19 en la de Raúl. Y el marcador final es bien conocido. Una semana antes, en La Rosaleda, el Málaga ganó por un solitario gol tras protagonizar 15 llegadas al área bilbaina, mientras que los de Bielsa rondaron la meta del imbatido Caballero hasta en 32 ocasiones. Y una semana antes, en el inexplicable 0-4 que le endosó el Espanyol en San Mamés, los de Javier Agirre sentenciaron tras 18 llegadas al área local, en tanto que los leones sumaron 36 a la del rival y 0 goles. J.V.

Gana el Celta y el descenso está ya a solo tres puntos

La victoria ayer del Celta por 2-1 ante el Granada sitúa ahora el descenso a solo tres puntos de los rojiblancos de Bielsa. Los gallegos visitan al Sevilla de Unai Emery la próxima jornada, mientras los leones viajan a Iruñea, un choque ante Osasuna que se antoja vital de necesidad.

Llorente alcanzó en el derbi su partido 250

El último derbi sirvió a Fernando Llorente para alcanzar su partido 250 en la máxima categoría, todos ellos con la camiseta del Athletic, desde que debutara un 16 de enero ante el Espanyol en la campaña 2004-05. Este curso únicamente ha participado en 14, solo uno como titular.

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