Estados Unidos puso en marcha ayer el sistema Six Strikes que fue planificado en el año 2011 por los cinco proveedores de internet más importantes del país y desarrollado a través del CCI (Center for Copyright Information). Tras eludir varias y muy peliagudas cuestiones jurídicas, se acordó un sistema mediante el cual los usuarios abonados podrían ser advertidos si sus conexiones eran utilizadas para acometer infracciones de derechos de autor. Tras cinco o seis advertencias (dependiendo del caso), se podrían llevar a cabo una serie de medidas represivas. Este sistema sigue la estela del Hapodi, puesto en práctica en el Estado francés sin muy buenos resultados.

El pasado lunes el CCI lanzó su nuevo sitio web donde se explica cómo funcionará el sistema a la vez que recomienda una lista de lugares desde donde la gente podrá descargar y reproducir música y películas de forma lícita. También clarifica las formas en las que los usuarios podrán apelar ante las advertencias pero no indica hasta dónde llegarán las penas o medidas tras las advertencias.

También Google parece empeñada en montar su propio plan antipiratería según se desprende de varias noticias provenientes de la BBC, según las cuales Google estaría inmersa en un plan concretado con Visa, Paypal y Mastercard para permitir el bloqueo de webs «piratas» que reciban algún tipo de financiación a través de estas compañías. Parece claro que esta particular cruzada contra la llamada piratería ha adquirido una nueva dimensión, a tenor de lo expresado por los responsables de Google, «nunca habíamos trabajado tan duro para hacer frente a la piratería online. El mes pasado solo llegamos a eliminar más de 14 millones de enlaces a material pirateado. Además, existen grandes oportunidades para los creadores de contenido para hacer dinero en la red, por esta razón muchos se han adherido a Google Play y YouTube».