La Mesa del Parlamento de Gasteiz cerró ayer las puertas de la Cámara a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por la plataforma Fracking Ez Araba. Este nuevo veto, el segundo en tan solo un mes, ha contado con los votos de PNV y PP. Dos partidos que han vuelto a echar mano de la Ley 8/1986 para justificar su decisión.

En un comunicado, la Presidencia del Parlamento explicó que la iniciativa propuesta por la agrupación ecologista, que pide prohibir el uso de la fractura hidráulica y apuesta por regular la extracción de hidrocarburos no convencionales en los tres herrialdes de la CAV, choca con la tramitación de una proposición de ley impulsada por las Juntas Generales de Araba. Una propuesta aceptada a trámite el pasado 7 de febrero, que propone modificar la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco para prohibir el uso del fracking en zonas protegidas.

Según detalló la Presidencia, aceptar la ILP de la plataforma mientras se debate la proposición de la Cámara legislativa alavesa contraviene lo dispuesto en la Ley 6/1986 sobre ILP, que establece que será «causa de inadmisibilidad que exista en tramitación en el Parlamento un proyecto o proposición de Ley que verse sobre el mismo objeto de la iniciativa popular».

Esta decisión fue criticada por el grupo de EH Bildu en el Parlamento autonómico, que acusó a los responsables de PNV y PP de «dar la espalda a la sociedad» por negarse a tramitar la ILP presentada por Fracking Ez Araba. En opinión de Dani Maeztu, con esta decisión las formaciones derechistas «desprecian la voluntad popular y vulneran el derecho a la participación en asuntos públicos».

«Estamos hablando del derecho fundamental a la participación en los asuntos públicos y eso es, el derecho, lo que tiene que proteger y garantizar el Parlamento. Justo lo que no han hecho PNV y PP», lamentó en un comunicado.

Asimismo, el parlamentario soberanista subrayó que la decisión de los partidos anteriormente citados, contra los que cargó por hacer una lectura restrictiva de la normativa vigente, evidencia que ambas formaciones «prefieren atender a los lobbys energéticos antes que dar la palabra a la sociedad».

Ambigüedad jeltzale

Maeztu también denunció la ambigüedad del PNV a la hora de hablar del uso de la fractura hidráulica en la extracción del gas no convencional. A este respecto, destacó que los jeltzales «dicen que están en contra del fracking pero cuando de verdad tienen que mojarse se echan para atrás».

Además, el parlamentario recordó que las declaraciones efectuadas contra el fracking por algún que otro dirigente jeltzale, como es el caso de la consejera de Medio Ambiente y Planificación Territorial, Ana Oregi, no sirven de nada si luego el PNV se «niega a tomar medidas realmente efectivas para prohibir esa técnica».