ETA insiste en su mensaje en París, con la familia de Orio como receptora
GARA | DONOSTIA
Una semana después del mensaje que lanzó Garikoitz Aspiazu en nombre de ETA desde el Tribunal de París, y en el que daban un paso para «cerrar heridas» con una petición de disculpas ejemplificada en la familia de Orio que tuvo que testificar ayer, Alaitz Aramendi reiteró ayer el contenido de la declaración, reconociendo el daño a las víctimas que «no tienen que ver con el conflicto».
Este gestó llegó en la misma jornada en la que declaró por videoconferencia la familia -formada por un matrimonio y su hijo, entonces de cuatro años de edad- de Orio que fue secuestrada para robarles el vehículo en agosto de 2008, cuando estaban de vacaciones en el Estado francés.
La mujer respondió afirmativamente cuando el presidente del tribunal, Jean-Pierre Ancel, les preguntó sobre si temieron por su vida mientras estuvieron retenidos durante tres días. «Te pasan muchas cosas por la cabeza», señaló.
Ninguno de los miembros de la pareja, que se han constituido en este proceso como acusación particular, identificaron durante la fase de instrucción a las personas que los abordaron en una playa de Messanges, en Las Landas. La mujer insistió en que prefería no mirar.