«Tras contactar con otros países que pueden influir a las partes en conflicto, nos hemos dado cuenta de que cada vez es mayor la necesidad de influir tanto en el Gobierno como, sobre todo, en la oposición para que no presente condiciones previas al inicio del diálogo poco realistas», declaró el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov en un encuentro en Berlín. «Esto lo discutiremos con John Kerry -el secretario de Estado de EEUU-. En nuestra última conversación telefónica, tuve la impresión de que estaba entendiendo la gravedad de la situación en Siria», añadió.

Además de la petición a EEUU, Lavrov afirmó que «contamos con la oposición, que va a encontrarse en Roma con representantes de países occidentales y varios países de l región, para declararse también a favor del diálogo porque hace declaraciones contradictorias sobre este tema, así como para dar los nombres de sus negociadores»,

Por su parte, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Moualem, dijo desde Moscú que el Gobierno de Bashar al Assad estaba dispuesto a mantener conversaciones «con todos los que quieren el diálogo» y, por primera vez, «incluidos los grupos armados»,

Pero los líderes de la oposición y los comandantes rebeldes consideraron la oferta «vacía» y «decepcionante», e insistieron en que el presidente sirio tiene que abandonar el poder y «cesar todos los asesinatos». Kerry, en la primera etapa de su primera salida al extranjero, dio a entender que proporcionaría medidas concretas de apoyo a los opositores de Al Assad, pero no especificó si Estados Unidos armaría o entrenaría a los rebeldes. La oposición amenazó con no acudir a las reuniones internacionales en protesta por el silencio de la comunidad internacional ante las acciones del régimen, lo que motivó la rápida reacción de apoyo de Washington, que consiguió que mañana esté en la reunión de Roma.

Lavrov destacó que las perspectivas de mantener conversaciones directas en Siria habían retrocedido en los últimos días, y expresó el temor de que sean los islamistas más extremos los que tomen las decisiones en la oposición. «Parece que los extremistas, que apuestan por una solución militar, han llegado a dominar las filas de la oposición siria e incluso tener el control de la Coalición Nacional de las Fuerzas de Oposición y la Revolución Siria».