Tras la tormenta llegó la calma. Al menos dentro de las bolsas, que desean olvidar el caótico panorama derivado de las elecciones italianas y la irrupción de Silvio Berlusconi. Y todo sucedía, además, sin ninguna novedad a extraer de las comparecencias de los diferentes líderes. Tampoco había signos positivos en el mercado de deuda, donde Italia acudió en busca de financiación pero tuvo que colocarla al interés más alto desde octubre. La subida de su prima de riesgo ha hecho, además, que el diferencial con el Estado español se reduzca en unos 50 puntos básicos, tras haberse mantenido durante meses en el entorno de los 100 puntos. Pero ayer no todo era Italia, dado que Mariano Rajoy aseguraba que en 2012 el déficit se quedó en el 6,7%, un dato controvertido al ignorar la factura bancaria. En Estados Unidos, Ben Bernanke y Wall Street aportaban reflexiones y subidas de índices muy reconfortantes para los mercados europeos. El Ibex rebotó hasta los 8.136,70 puntos, tras apuntarse un 1,95%. El resto de plazas europeas también recuperó el aliento. Londres ganó un 0,88%, Fráncfort, un 1,04%, y París, un 1,92%. Hasta el Mibtel milanés superaba el espasmo electoral al subir un 1,60%. Por valores del Ibex, destacaron al alza Indra (+4,96%), Endesa (+4,79%) y Sacyr (+4,77%). En el otro extremo de la balanza se situaron Amadeus y Dia, que cedieron más de un 1%. Repsol (+4,11%), Telefónica (+3,06%) y Santander (+2,78%) fueron los mejores entre los grandes. En Paris, brilló Bouygues (+13,23%), después de anunciar buenas perspectivas para su negocio. Ningún valor acabó en rojo.